Manga de pelotudos

Viggo Mortensen y Fabián Casas

(23/7/2013)

VIGGO:

Querido Cuervo,

Hemos hablado antes en esta columna de las barras y la violencia en el fútbol argentino, de la corrupción en la AFA, en los clubes, en los gobiernos provinciales, en el de la Ciudad de Buenos Aires y el de la Nación. Son todos una manga de pelotudos que han dejado establecerse como algo cotidiano una situación atroz, una situación que ha sido y sigue siendo tanto remediable como imperdonable. El pueblo se resignó hace años a la inacción de los que gobiernan el país. Basta de palabras, basta de charlatanes egocéntricos. ¿Cúando van a actuar Cristina Kirchner, Mauricio Macri, y el impresentable secretario de la Seguridad de la Nación, Sergio Berni, entre otros? Lo he dicho muchas veces en nuestras charlas para esta columna: la presidenta, más que nadie, es la que tiene que dar el ejemplo contundente. Hablar del tema no es la solución. Se ha hablado muchísimo. Unos pocos criminales siguen robando cantidades importantes de plata y pervirtiendo el proceso político a nivel regional y nacional, pero nunca pasa nada, nunca actúan los que pueden revertir esta lamentable situación. No puede ser que Cristina Kirchner consiga tantas cosas difíciles de organizar y poner en marcha para el bien del pueblo, y por otro lado no haga el más mínimo esfuerzo para solucionar este problema tan grave para la sociedad. Es una vergüenza total lo que ha pasado entre los bosteros matones de “La 12”, pero Boca Juniors no es el único club con este problema. Es un problema de todos los argentinos, creado y aceptado colectivamente por todos los argentinos. Vamos, Señora Presidenta, haga el favor de ponerle huevo a este quilombo de una puta vez. Muestre que de verdad tiene visión y coraje. Manos a la obra, jefa.

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FABIÁN:

Hola Viggo:

Justo hoy venía pensando en el odio que se puede generar entre seres humanos, y me preguntaba si ese sentimiento puede ser superior al sentimiento de amistad. El sábado pasado acá, fue el día del amigo y la gente se reunía en los bares para almorzar, para celebrar ese vínculo. Inmediatamente, como acompañando el clima de frío intenso, el día del amigo dio paso al día del enemigo: como ya sabés, como escribiste, dos grupos enfrentados de la barra de Boca, en una disputa por poder y dinero, se cruzaron a los tiros con los resultados ya conocidos: muertos, heridos. Lo de siempre. El gobierno, como toda propuesta, dice: hay que jugar sin visitantes. Es como intentar combatir la rabia matando a todos los perros. No se puede creer que nadie pueda instrumentar una investigación judicial que termine con este flagelo. Una política de seguridad en serio que haga que estos tipos queden absolutamente sacudidos por la ley. Que ser barra no sea un motivo de prestigio (un elogio al aguante, al coraje), sino de vergüenza.

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VIGGO:

Sí, Fabián, creo que es así como decís, que lo de ser barra tiene que perder prestigio en la sociedad, especialmente para los pibes. Eso solo se va a conseguir si el gobierno federal toma las riendas y se sube al bronco. La corrupción institucionalizada y la violencia endémica que llevan tantos años destrozando al fútbol argentino no se curarán con palabras nomás, con prohibir que se jueguen los partidos posteriores a hechos violentos sin público. Hay que cortar el cordón umbilical que alimenta a la bestia. Un cambio radical tardará mucho tiempo en lograrse, porque la bestialidad incluye a las autoridades gubernamentales, los cuerpos policiales, las directivas de los clubes y, en cierta medida, a los medios de comunicación. Pero hay que conseguirlo, hay que visualizar una situación en la que la ausencia de los barrabravas en los estadios, en el funcionamiento de los clubes y en la política de nuestra sociedad es la norma. La responsabilidad de poner en marcha una transformación positiva es de todos los ciudadanos. Se hizo en Inglaterra y en España en los ’80 y los ’90, cuando la violencia parecía imparable. En esos países hoy en día la gente puede ir a los partidos con sus familias sin miedo a ser agredidos constantemente, puede confiar en las autoridades deportivas y políticas en el ámbito del fútbol profesional muchísimo más que los argentinos. Pero, acá también se puede conseguir lo que teníamos antes, lo que recuerdo de mi infancia, ese fútbol realmente para todos.

No quiero olvidar de felicitar al presidente del CASLA por haber actuado rápido y bien después de la violencia impulsada por elementos de “La 12”. Matías Lammens suspendió el partido porque no tenía otra, siendo una persona honrada e inteligente. Confiemos en su capacidad, y la de su vicepresidente, Marcelo Tinelli, para liderar un cambio duradero en el funcionamiento del fútbol como negocio y espectáculo cultural.

Tampoco perdamos de vista el buen partido que jugó San Lorenzo la semana pasada contra Estudiantes. Es obvio que el equipo va a arrancar bien en el torneo oficial, que está listo para pelearlo todo. Pizzi y sus jugadores siguen afinando la máquina, alimentando nuestros mejores sueños. Por eso llegaba tan alegre al Pedro Bidegain para el partido contra Boca la hinchada Cuerva. Ahora ni podrá ir a ver el partido decisivo de la Copa de Invierno. No se puede permitir nunca más que una minoría criminal le estropee la fiesta al hincha decente.