A todas partes

-Fabián Casas y Viggo Mortensen

(18-31/7/2014)

VIGGO:

¿Qué tal el partido de la Copa Argentina, Cuervo? ¿Fuiste con tu papi? No lo pude ver, pero me gustó leer que volvió sano Cauteruccio y metió un gol. Estamos rodando en una zona muy adentrada en los bosques del noroeste de los EE.UU., y solamente tengo acceso a internet de vez en cuando. Pero los colores van conmigo, y yo con ellos, a todas partes. Ahora se viene lo más serio, la semifinal de la Libertadores. AGUANTE CICLÓN.

(Aguantando en Seattle)

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FABIÁN:

Y parece, querido Viggo, que lo que escribimos esa tarde en Cannes en nuestro cartelito está empezando a cumplirse.

Ayer fue un día genial: mucho sol y mucho frío, pero con las cosas bajo un estado mineral que lo hacía un día lindo para vivir y para, por la noche, ver fútbol en el Nuevo Gasómetro. César Francis, un amigo Cuervo, me invitó a la cancha y me regaló una de las más grandes alegrías de estos últimos años: el CASLA jugó casi sin fallas, demolió al equipo boliviano -no lo dejó pensar, no lo dejó armarse- y el Pipi Romagnoli jugó un primer tiempo para la historia. 5 a 0. No lo podíamos creer. Pero ya este CASLA ha dado muestras de madurez y valentía, eliminó a tres equipos brasileños y ahora en la semifinal jugó como un relojito y con mucha potencia.

(Con César anoche)

Fue hermoso ver jugar -y bien- de nuevo al Pitu Barrientos, y saber que el equipo también tiene recambios. Estoy completamente afónico de gritar los goles. No veía la hora de que terminara ese Mundial que estaba deteniendo nuestra marcha hacia el trofeo más deseado por los Cuervos. No quiero ni pensar lo que va a pasar cuando estemos a horas de jugar la final. Hoy la vida me sonríe, estoy, como decía ‘Silvio Astier’ en el final de Juguete Rabioso, con la alegría de vivir, que es mi Dios. Todo por los colores del CASLA que suelen ponerme la piel de gallina. ¿Viste el partido? Ojalá que sí. El miércoles que viene vamos a la altura, aunque este equipo ya tiene altura de campeón.

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VIGGO:

¡Extraordinaria muestra de ganas, precisión y esfuerzo colectivo, hermano! Jugando así le ganamos a la selección alemana cualquier día de la semana. El Pipi, el Pichi y otros brillaron individualmente, pero en realidad todos los jugadores de San Lorenzo aportaron a la espectacular victoria contra el equipo de Azkargorta. “En la unión está la fuerza”, como dijo el gran libertador Simón Bolívar.

(Pichi imparable)

Fue una maravilla ver a San Lorenzo jugar así en su cancha, un partido para el recuerdo. Ahora vamos a la montaña a jugar el partido de vuelta en una superficie que parece no estar en buenas condiciones. Estamos muy cerca de la ansiada final, y el equipo viajará a La Paz con una ventaja importante, pero habrá que poner huevo. Los muchachos tendrán que aguantar la altura y, seguramente, las embestidas de un equipo dolido y de su hinchada orgullosa.

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FABIÁN:

Estamos en la final. Me fui a la terraza a llorar de emoción para que no me viera mi familia ahí arriba, sólo entre los edificios lejanos y los cables de luz, con el cielo encapotado y las luces rojas que se apagan y se prenden dando cuenta de la altitud de los edificios. Ahí me sentí unido a todos mis amigos Cuervos. Después bajé y Guada me dijo: “Ana tiene fiebre, ¿te ocupas?”. Ahora está mejor. Tengo una felicidad absoluta. Es de noche y hace frío, pero estoy en llamas con el corazón más Cuervo que nunca. Me vinieron a la mente todos los amigos de Boedo que no están, y los que están conmigo, siempre esperando este momento desde los años sesenta. Hoy sentí el olor del cuerpo de mi viejo, en la cancha, al lado mío. Creo que vamos a ser campeones. Lo siento con toda el alma. La vida es una ficción, los campeonatos son una ficción, pero San Lorenzo es real. Ojalá nos veamos pronto.

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VIGGO:

Pude ver casi todo el partido en la compu durante la pausa del equipo para cenar. Los primeros veinte minutos los tuve que ver corriendo de un lado para otro, entre tomas. La pobre actriz que estaba en la escena conmigo habrá pensado que yo me había vuelto completamente loco, o que tenía necesidad de mear continuamente, ya que la compu estaba enchufada en la zona de baños del “camping” donde rodábamos. La remera del Pipi la tenía colgada de la percha del micrófono del sonidista, para así tener los colores a la vista en todo momento.

No podré ir contigo a ver la final, porque no puedo escaparme del rodaje. Increíble, después de esperar tanto y no poder estar con vos y todos los Cuervos que van a alentar sin parar. Así es la vida. Pero estaré ahí con toda el alma.

(San Lorenzo Finalista)