Desde el sur

Viggo Mortensen y Fabián Casas

15-20/4/2013

VIGGO:

Vimos el partido contra Racing en El Cóndor con miembros de la Peña de Viedma y Patagones. Buena gente, partido para pegarse un tiro. Saja tuvo una actuación heroica en el arco de la Academia, casi borrando de nuestra memoria el milagroso gol inicial – mitad Messi y mitad Maradona – del pibe Villalba, que remplazó a Stracqualursi para este partido. Cuando Jara desaprovechó lo que parecía el segurísimo gol para darnos una ventaja de 2-1, empezó la pesadilla. Descomunales las atajadas del Chino. ¡Como lo extrañamos! En mi opinión vimos ahí como nos sigue perjudicando el legado errático de Ramón Díaz con respecto al CASLA – pese al campeonato que nos trajo en 2007. Esto dijo Saja cuando se fue de San Lorenzo,

“Si me lo cruzo a Ramón Díaz, no lo saludo, me hizo daño, fue culpable de que me vaya de San Lorenzo.”

Pero el Pelado no tiene la culpa de la derrota ante Racing, ni tampoco (por una vez) nos complicó el arbitraje de Pezzota. Nos liquidamos nosotros solitos. No creo que yo sea demasiado supersticioso, pero recuerdo que durante el partido previo al nuestro, el de San Martín contra Boca Juniors, grité un gol en el bar que visitamos antes de ir a ver a los de la peña local. Un señor que suele estar en ese bar es bostero, y tenía cara de morir y matar a la vez. Me salió el grito sin pensar, e intenté tapar enseguida con alabar la gran atajada del arquero de Boca, pero la suerte estaba echada y el karma pasó factura. Ahora, al día siguiente, estoy en ese mismo bar para escribirte, ya que no hay internet donde estamos rodando la película de Lisandro Alonso acá en Río Negro. Entré y el señor estaba sentado solo, mirando el partido entre Manchester City y Chelsea. “A nosotros también nos dieron una paliza ayer, che”, le dije. Después de una pausa perfecta durante la que se fijo en el escudo de mi buzo, me sonrió como lo hubiera hecho un chico de 8 años. “Y, sí…” me tiró.

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FABIÁN:

Querido viggo: acabo de llegar al trabajo después esa semana letal en La Lobería. Todavía me quedan en la cabeza los goles de Racing. Creo que hoy Alvarado dijo algunas cosas en el diario que son contundentes: “San Lorenzo jugó 15 minutos y racing los 90, por eso merecía ganar”. Tiene razón. Tuvimos empuje y un gol a lo Messi que parecía prometer una fiesta pero fue simplemente un coito interruptus. Ahora viene Arsenal y Godoy Cruz, dos equipos difíciles. Alvarado también dijo que tenemos que volver a ser temibles en nuestra cancha ¿viste que yo te decía el domingo que le tengo más fe al CASLA afuera que en casa? Para dejar de pensar en el partido demoníaco, me puse a pensar en lo que estuvimos haciendo en La Lobería con Lisandro, vos y el genial equipo y recordé eso que dijiste de los rodajes — que cuando uno rueda una película, a veces el rodaje crea una familia, pero que en el caso de Lisandro es al revés porque su equipo de trabajo que lo sigue dese “La Libertad” es ya una familia que, en este caso, hace un rodaje, da una película. Y también me quedé pensando en el hermoso atardecer en la ruta que pasamos cuando nos llevaste hasta Viedma para que tomáramos el bus y en la música de Dylan que escuchábamos.

Pensé en ese momento, pero no te lo dije, que Dylan es un músico del camino, su música es para la carretera. Estar en el camino es una elección vital. Poca ropa, pies descalzos, muchos sueños… quiero que eso quede en mí, eso que apendí en estos días de vos y de Lisandro.

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VIGGO:

Me alegra saber que llegaste bien a Buenos Aires. Lo pasé muy bien con vos y Lisandro, juntándonos antes y después de cada día de rodaje para repasar y preparar textos y secuencias. Hemos ido adaptándonos a este lindo viaje de filmación que emprendimos acá en Río Negro hace poco más de una semana. La verdad es que han pasado tantas cosas que parece un mes. Seguimos de la misma manera desde que subiste al “Cóndor Estrella” en Viedma. Continuamos navegando por los obstáculos, aprovechando los momentos inesperados lo mejor que podemos. Cada día es un poco más intenso que el anterior, mientras cruzamos el desierto interior y exterior de este cuento que ya tiene vida propia. Lo único que podemos hacer es agarrarnos de su cola y aguantar los galopes y revéses que nos traiga. El equipo es muy bueno. Creen, como creemos vos y yo, en la particular manera de contar películas que tiene Lisandro. Por favor dale besos a Guadalupe y a Anita. ¡Qué bien que Guadalupe pudo estar acá unos días también! Las fotos que hizo para la película son hermosas. Te paso una de ella andando con “Lorenzo” (el dueño es Cuervo) al término del primer día de rodaje:

Como sabés, estamos alejados de las conexiones de internet y los teléfonos celulares. Escribo esto en una confitería (el “Comahue”) de Viedma, donde fui a cargar nafta, comprar mapas, agua y otras cosas para llevar en el auto hasta esa remota parte de La Pampa donde seguirá el rodaje. La próxima parte que filmamos queda a unos 750 km. de La Lobería. Hemos tenido momentos difíciles y momentos luminosos desde que te fuiste, pero todo va bien. Lisandro tiene un ángel que lo cuida, me parece. Ayer hacíamos la escena de la gran zanja. Vinieron casi cincuenta pibes y hombres de Viedma y Patagones, y todos hicieron muy buen trabajo. Mirando sus caras no pude dejar de imaginar las vidas de sus antepasados, porque muchos de ellos se parecían a las fotografías de Mapuches, Tehuelches y otros pueblos originarios de esta parte de la Argentina. Y otros me recordaban las caras de inmigrantes europeos, de soldados, de gauchos de antaño. No dudé que estaba en el siglo XIX, durante la época de la brutal campaña de Julio Argentino Roca, todo el día. Uno de los que trabajaron hoy se dio el placer de contarme que era hincha de Racing. Lo felicité por la reciente victoria de su equipo, después convidándole a él y a sus compañeros con un poco de cerveza fría al terminar nuestra jornada de laburo. Ahora mi personaje se aleja de esos hombres — de todos los hombres — continuando al trote y a veces al galope su extraña peregrinación para encontrar a su hija y a si mismo.

(con “Lorenzo” en el “locutorio”)

Anoche subí al “locutorio”, esa colina al lado del mar donde a veces engancha el celu, y me contaron por teléfono que el presidente de España, Mariano Rajoy, se fue a Roma recientemente para darle una remera de la selección española al papa Francisco, y que el recuervo pontífice le dio las gracias diciéndole “Si hubiera sabido que me traía esa camiseta le hubiera regalado una de San Lorenzo.” Vieja noticia supongo que es, pero acá, lejos de lo más reciente publicado, me reí muchísimo pensando en la cara que habrá puesto Rajoy. “¿San Lorenzo?”, se habrá preguntado, “¿¿¡San Lorenzo del Escorial!??”. Ya es increíble que un papa esté hablando seriamente de camisetas de fútbol durante una visita oficial al Vaticano por un jefe de estado — pero que piense en una remera de San Lorenzo en vez de una de la selección argentina para cambiar con la de “La Roja” me parece un disparate que solo podría haber salido del sueño delirante de un hincha del Ciclón.

Te paso una foto de otro hermoso atardecer, el de ayer, cerca de La Lobería, para recordarte que seguís con nosotros:

Otra cosa genial que vi fue que incluyeron al gol de Villalba contra Racing entre los mejores de la historia en la página web del diario Marca, allá en España. El del Cuervo está ahí con el de Maradona a los ingleses y el de Messi contra el Getafe, entre otros golazos. Se puede votar al mejor. Este es el enlace:

http://www.marca.com/debate/2013/04/3403/prevotaciones3403.html

Pienso ahora, a punto de irme a La Pampa, en lo que conseguimos con la filmación en la linda provincia de Río Negro. Me queda cada vez más claro que nuestro “western” existencial tiene que ver con el aguante y el empeño del hombre en entender como funciona el tiempo, qué es lo que le pide la vida. Estamos construyendo una carrera con la muerte, no en contra de la muerte. Creo (corregí lo que digo si no estás de acuerdo) que el personaje de ‘Gunnar Dinesen’ va dándose cuenta durante este cuento que hay otras realidades, otros tiempos, que las prisas no te llevan a ninguna parte que sea mejor. Es un cuento de transformación y aceptación. Esto me recuerda una cita de la gran artista Chavela Vargas, que falleció el año pasado con 93 años. Esa fiera, que siguió cantando  hasta sus últimos días en este mundo, dijo una vez:

“Me encontraré a tú con tú con la muerte. No le tengo miedo; no le tengo miedo; le tengo respeto. Señora aquí estoy, cuando usted quiera… Todo lo he hecho a sabiendas y no me arrepiento de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo, ni de los momentos felices, ni de las tristezas…. al final, tengo el alma llena de paz y tranquilidad.”

Para mí que hay que vivir así y hay que jugar al fútbol así. Te paso un par de canciones de Chavela, “El último trago” y “Llorona”:

http://www.youtube.com/watch?v=1rvt4SW-2P4

http://www.youtube.com/watch?v=t4OV7Rw8OVM&list=PLA1BABB60A798A481

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(Chavela en 2009)

Paré a cenar y para usar la compu en una estación de servicio en La Pampa. Hay unos hombres de 60 o 70 años mirando el partido Vélez-Newell’s en la tele. Impresionante como los tiene jugando el Tata Martino. Su equipo se parece al Huracán de Cappa de 2009. Hablando de D.T.s buenos, leí en el Página 12 del 17/4 un comentario sobre Pep Guardiola, escrito por Jorge Valdano (otro que empezó en Newell’s como el Tata). Ahí también elogia a Marcelo Bielsa. Muy acertado lo que dice, a mi ver. Fijate, si no lo viste:

http://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-218163-2013-04-17.html

p.d.: ya está en marcha la página web sobrevueloscuervos.com, donde se cuelga esta charla y las siguientes. Nuestras viejas charlas están archivadas ahí también. Seguiremos añadiendo cosas — citas, noticias cuervas, etc. — pero “la base está”.