Viggo Mortensen y Fabián Casas
9-13/6/2014
VIGGO:
Mientras esperamos la semifinal de la Copa Libertadores contra Bolívar, hay otro torneo para ver, ese que se va a jugar en Brasil si la gente lo permite. Leyendo los diarios, parece que el quilombo está armado y casi garantizado. Las calles van a hervir. La FIFA es una organización nefasta, al menos con respecto a los que mandan y roban descaradamente. Como hincha del fútbol en general, espero que se juegue el Mundial sin interrupciones. Por otro lado, entiendo que los brasileños estén hartos de la corrupción, la desigualdad y el despilfarro en su país y en la FIFA. En lo futbolístico hemos visto muchas lesiones serias en los amistosos que han jugado últimamente las selecciones que van al mundial. Me parece que juegan demasiados partidos justo antes del Mundial. México, por ejemplo, que ha perdido jugadores claves en los amistosos, ha jugado cuatro partidos en doce días. Esto no se hace para preparar al equipo, se hace para enriquecer a la federación mexicana y llenar bolsillos de corruptos. Si era para preparar al equipo, capaz que se jugaban dos partidos, sin meterle tanta presión a los jugadores justo antes de viajar a Brasil. Y así por todos lados, con casi todas las selecciones y sus federaciones. Es una lástima que tantos buenos jugadores se pierdan un torneo que hubiera sido un sueño para cualquiera de ellos. La selección argentina hizo las cosas con un poco más de tranquilidad que otros equipos, a mi ver, y llegaron bien. De todos los partidos recientes que jugaron los que van al Mundial, me sorprendió la victoria de EE.UU. contra Nigeria, con dos goles -el último muy lindo- de Jozy Altidore. Lo que no entiendo es que, por bronca personal, Klinsmann, el DT de la USA, no lleve a Landon Donovan al Mundial. Me parece tan estúpido eso como la exclusión de Tévez por Sabella. Me encantó la linda jugada de gol de Messi, con participación de di María y Agüero, contra Eslovenia en el último amistoso de Argentina. Por suerte no hay lesiones graves en el equipo.
Ahora estoy en Norteamérica preparando un nuevo rodaje, pero sigo con la dulce resaca de la presentación que hicimos con la película “Jauja” de Lisandro Alonso en el Festival de Cannes. El atrevimiento de nuestro cuento dio buenos resultados en Francia, y eso me trajo en mente la frase de Pep Guardiola: “Sin atrevimiento, no se sacan adelante los partidos importantes”.
Hablando de cine y de directores atrevidos, ayer encontré esta carta del genio Stanley Kubrick a James Aubrey, el presidente de Metro Goldwyn Mayer en 1970, mostrando su enojo al enterarse de que habían planes para rodar una secuela a su obra maestra “2001: Odisea del espacio”. En ella dice que todavía tiene el hueso que el personaje primitivo ‘Miraluna’ tira al aire en esa película, y que si MGM intenta hacer una secuela se lo va a meter tan adentro que tendrán que encontrar un ser alienígeno súper inteligente para sacárselo del culo. Hoy me enteré que la carta es falsa, la invención de un bloguero, pero sigo pensando que tiene su gracia. A veces la ficción es más interesante que la realidad:
Una cosa más: leo que la policía de Brasil tiene una lista de más de dos mil y pico de barrabravas argentinos, cortesía de las autoridades en temas de seguridad en Buenos Aires, y que los brasileños los van a deportar a todos. No podrán ir a los partidos y tendrán que vender sus entradas o regalarlas estos bichos. Cabe preguntarse ¿por qué no podemos hacer lo mismo en Argentina? Si se tienen listas de nombres, ¿porqué no se usan para impedir que vayan a las canchas argentinas estos delincuentes?
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FABIÁN:
¡Hola Viggo! Acabo de volver de Brasil. Estuve en Río de Janeiro tres días, después de viajar tres horas en avión. Hace mucho que no estaba en Brasil. Estuve en el “Rock en Río” inicial, yo tenía entonces 17 años. Brasil es un país particular, y Río una ciudad demencial. Mucho calor ahora mismo, el tipo que me fue a buscar al aeropuerto me dijo: “Está medio fresco, me puse un pulovercito”, pero para mí se respiraba mejor en Marte. Yo estaba sofocado, no sé cómo será cuando llega el verano. Carina, una editora de Rocco, la editorial que publica mis libros acá, me invitó a almorzar y me dijo: “Uno tiene que tener un buen ánimo, porque si no el calor intenso todo el año lo liquida”.
En fin, que Río por lo menos es un lugar intenso: gente en la calle, gente bailando, vendiendo, comiendo, cagando, meando, durmiendo. Y casas amontonadas, aún en los barrios residenciales, porque hay poco espacio. Y la increíble belleza de los morros y el mar y de la Bahía de Guanabara aunque, me dijeron, está podrida. Todo el mundo en Río -mas allá de las protestas- no parece querer que Brasil gane el Mundial, sino que ya lo ganó y están presos de una poderosa melancolía por haberlo logrado: es como una ensoñación. Viven de lo que Kierkegaard llamaría el “amor recuerdo”, es decir, eso que enferma al amado porque ama tanto y de manera tan profunda que sólo ama porque ya terminó, porque agotó el amor y no puede dar más. Cuando llegue la repetición -otra concepto interesante de Kierkegaard- los brasileños se la van a ver complicada. Porque eso sucede en la eternidad. Acá, en breve, juegan Independiente y Huracán para ver quién se queda en la B y quién sube a la A. Está lloviendo y hace un calor sospechoso. ¡Suerte con la nueva peli, amigo!
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VIGGO:
Y… los vecinos Quemeros no vuelven todavía, perdieron el desempate con Independiente. Le robaron un gol legal a Wanchope Ábila, un tanto que podría haber cambiado la historia. Malísima suerte. Lástima, pensé que pronto volveríamos a tener a nuestro tradicional rival de barrio de vuelta en la Primera División. Así hubieran tenido que aguantarse los de Vélez, que no paran de insistir, sin mucha lógica, que ellos son nuestro clásico adversario. Extraño a Huracán. Lo digo completamente en serio. No es lo mismo el torneo sin el Globo, por mucho que sea divertido volver locos a lo Fortineros o a los Bosteros de vez en cuando. Huracán es nuestro clásico de barrio, nuestro querido enemigo. ¡Que vuelvan pronto! Acá el video mostrando la terrible decisión del línea, Gustavo Esquivel, anulando el buen gol de Wanchope:
http://deportes.clarin.com/Independiente-Huracan_3_1154914524.html
Lindo que hayas estado en Río de Janeiro. Yo estuve ahí hace 5 o 6 años para ir al festival de cine de esa ciudad con la película “Good”, dirigida por el brasileño Vicente Amorim. Me gustó andar por la ciudad. El barrio alto de Santa Teresa es lindo, tradicional. Tienen buenas salas de cine independiente en la zona portuaria, muy buen público. Recuerdo que me fui caminando por la ciudad en busca de una remera de la selección argentina, para regalarla a una amiga en EE. UU., pero no había ni una. Entré en las tiendas deportivas más grandes, donde tenían remeras de casi todas las selecciones nacionales, y de muchos equipos profesionales de todo el mundo, incluso de San Lorenzo, Boca, River y otros equipos argentinos -hasta de clubes de segunda división en España e Inglaterra. Nadie tenía una remera de la Albiceleste. Finalmente le pregunté al cajero de una de las tiendas porqué no tenían la camiseta de Argentina, y me dijo que no valía la pena, que no se vendía. Raro, pensé, porque en Argentina sí que ves remeras de Brasil. ¿Tanto miedo nos tienen?, me pregunté. Supongo que ahora, como se juega el Mundial ahí, debe haber de todo a la venta, incluso remeras con el “10” de Messi.
Acabo de escuchar en la radio acá que Klinsmann dijo que no sería ni realista ni sensato pensar que su equipo, la selección estadounidense, pueda ganar el Mundial. Es muy improbable, eso sí, pero sus palabras huelen a táctica, a motivación indirecta, estilo Mourinho, para dormir a los rivales. Acaban de ganarle bien a Nigeria, así que tampoco es tan débil la selección de los EE.UU.
Mañana arranca el torneo con el partido entre Brasil y Croacia. Creo que el anfitrión ganará ese partido, pero después me parece que van a sufrir los locales. Si llega a ser una final entre Brasil y Argentina, Uruguay o España, no creo que La Canarinha pueda aguantar la presión. Lástima que no puede ser una final España-Argentina. Lo que me gustaría ver, claro, es una victoria de Argentina a Brasil en la final. Pero hay muchos equipos buenos esta vez. Bélgica es muy potente. Incluso Bosnia-Herzegovina tiene un equipazo. Los africanos también llegan fuertes. A ver qué pasa. Esperemos que el torneo nos traiga lo mejor del “jogo bonito” y el “fair play”.
Quería ir a ver la semifinal de la Libertadores entre San Lorenzo y Bolívar, pero el trabajo me lo impide. Si llegamos a la final, ¿sabés cuándo se jugaría? Mirá la foto que se hizo San Lorenzo para apoyar a la selección:
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FABIÁN:
Es increíble lo que le pasa a Huracán, que debería llamarse “Hura-can’t”. Siempre lo estafan. Independiente no jugó muy bien, como todo el torneo, y el Globo entró demasiado parado, pero en el segundo tiempo mereció empatar. Yo quiero a los dos en la A, pero es verdad que me parecía justo que volviera ya el Globo, y que el Rojo se pasara una temporadita más en la B -para templar el carácter, ¿no? Pero en fin, parece que el Globo no puede superar estas finales. Perdió una final cuatro a cero, lo liquidó Brazenas contra Vélez, cuando le anularon goles legales y le cobraron cualquier cosa. Igual creo que si Kudelka, el DT, se mantiene en el cargo, el Globo tiene que volver a la A rápido. Pienso igual que vos, que es nuestro querido rival, es indispensable. Por otro lado, estoy leyendo La repetición de Søren Kierkegaard, un libro extraordinario, donde habla de cómo refundar nuestra vida de manera intensa. “Gentagelse” es la palabra que utiliza, del danés, y que no quiere decir estrictamente que se van a repetir cosas sino que significa más bien una retoma.
Empecé a pensar en la repetición porque la otra noche vi “Angel’s Heart”, de Alan Parker, donde Robert De Niro hace del Diablo y Mickey Rourke es ‘Harry Angel’, un detective contratado por un tal ‘Louis Cypher’ (es decir Lucifer) para que encuentre a un tal ‘Johnny Favorite’. Los nombres son geniales. La cosa es que vi esta película cuando se estrenó, hace muchos años, y me quedaron algunas cosas dando vueltas en la cabeza, como, por ejemplo, cuando Rourke grita, sobre el final: “¡Yo sé quién soy, yo sé quién soy!”. Uno que ha leído mucho a Lacan no puede dejar de pensar que en realidad está diciendo: “¡No sé quién soy, no sé quién soy!”…
Lo cierto es que, con la repetición, la película ganó muchísimo. Su clima es denso, Rourke está magnífico, en el pico de su carrera, y De Niro hace un diablo exacto. Es decir, a diferencia de Pacino, que hace del diablo en “El abogado” y manda un largo monólogo malísimo sobre el final, De Niro es el diablo. Habla poco, pero muy bien, muy preciso. Le dice en una escena a Rourke. “¡Qué terrible es la sabiduría cuando no le rinde ningún provecho al sabio!”, una cita de Sófocles (aunque uno no necesita saberlo). Lo dice al pasar, mientras está sentado con su traje impecable y su coleta de pelo atrás, larga, sus uñas larguismas y su bastón negro. El diablo es una persona recatada, precisa, de bajo perfil, odia la ostentación del heavy metal. Creo que él los mataría a todos. Esa frase de Sófocles, el momento en que la dice, me hizo a recordar cuando vos decís “¿Cómo puedo ser el rey si el rey sigue vivo?”, en un momento extraño también, en la peli de Cronenberg, “Promesas del este”. Creo que también se le suma a esta película, viéndola ahora, el hecho de que ya conocemos la caída estrepitosa en la vida personal de Mickey Rourke. Nuestro destino está en algunas de las ficciones que representamos. Sobre el final de la peli, Rourke reconoce que es un instrumento del diablo, que perdió, y empieza a bajar en un ascensor inmenso a las profundidades. Me gusta mucho ese tipo de escena. La peli está basada en un libro de William Hjortsberg que se llama Falling Angel, lo conseguí por internet y me está gustando mucho, una mezcla de Raymond Chandler y “El Exorcista”. ¿Lo leíste?
Pd: no sé cuando juega la final el CASLA (de llegar hasta ahí).
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VIGGO:
Sí, recuerdo la peli de Parker, y también leí esta edición de la novela de Hjortsberg, acá en Nueva York donde me encuentro actualmente.
Hace mucho tiempo que no pienso en esa peli. ¡No sabía que venía de Sófocles la frase! A ver si la veo de nuevo para disfrutar de todo lo que describís. Es verdad que Rourke todavía prometía grandes cosas como actor en ese momento de su vida. Desde entonces lo que más me gustó de su trabajo fue lo que hizo en “The Wrestler” (“El luchador”). Rourke tenía que haber ganado todos los premios ese año, incluso la estatuilla del calvo musculoso. O no. ¿Qué sé yo? Los premios no suelen tener mucha lógica, y tampoco me parece que ayudan a mejorar el trabajo artístico. En realidad, la interpretación de Mickey en esa película merece pero no necesita premio.
El libro de Kierkegaard que estás leyendo tiene una frase linda que va a lo que decís de la repetición: “Podés volver a Berlín, ahí donde estuviste una vez, para convencerte de que es posible la repetición…” -algo así más o menos creo que dice.
Yo también hice del diablo una vez, un diablo que también era bastante tranquilo y preciso, en una película llamada “The Prophecy” (“La profecía”), de muy bajo presupuesto que se rodó en 1993 (creo que se estrenó en 1995). Solo aparezco un poco, vengándome del arcángel Gabriel, encarnado por el genio Chris Walken, y los otros que siguen obedeciendo a Dios y jorobando a los seres humanos. La peli se basó en el épico poema del siglo XVII “Paradise Lost”, de John Milton. Esta es la pinta que tenía ese ‘Lucifer’:
El verdadero diablo trabajó hoy para la Seleçao Brasileira de Futebol, compensando la baja calidad de su juego con maldita suerte en el partido inicial del Mundial de 2014. Brasil no mereció ganar contra unos croatas valientes y bien ordenados. El referí Yoichi Nishimura le regaló un penal inexistente a Fred y sus compañeros, y le robó un gol legal a Croacia. También dejó seguir la jugada de gol de Oscar que tenía que haber parado por la clarísima falta de Ramires a Rakitic. Las patadas múltiples de los brasileños a Modric y Rakitic ni las miró el japonés. Que no pite ni un partido más este pésimo árbitro, por favor. Como mucho la Verde-Amarela mereció un empate 2-2. Si siguen jugando así ni llegan a la final los locales. Fue muy flojo el partido que hizo el equipo de Scolari. Solo convenció al referí.
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FABIÁN:
¡Qué linda tapa que tiene esa edición americana de Falling Angel! Sabrás que acá se dice que Piatti no juega lo que queda de la Libertadores, y eso no me deja dormir.
Por otro lado, ayer vi poco del partido. Me parecíó que los croatas jugaron dignamente y ordenados, y a Brasil sin duda le dieron una mano bárbara, esa mano que los referís le niegan al Globo, estafándolo en cada final como venimos viendo. En fin, también me parece que Brasil tiene mucho para perder, una presión intensa. A mí me gusta cómo juega Neymar y me gusta Fred, que tiene algo de Gerd Müller, el alemán goleador en el Mundial ’70, ¿te acordás? Ayer inventó el penal cayéndose, es verdad, y creo que Croacia jugó con la libertad que te da no tener ninguna presión -además, claro, de tener un gran ordenamiento táctico. Bueno, el domingo es el Día del Padre, estoy recibiendo felicitaciones por anticipado de los hinchas de Boca que tienen sentido común. Te mando un gran abrazo y un feliz día, nosotros mañana vamos a almorzar con Lisandro y Guada va a ver “Jauja” por primera vez. Acá hoy hace un frío de ultratumba. Si se va Piatti me suicido con balas de cebita.
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VIGGO:
Claro que el Mundial no importa un carajo al lado de lo que está pasando en las selvas, desiertos y favelas del mundo, donde los seres humanos continúan (o repiten) sus luchas por la supervivencia y el dominio, sus crueldades y estupideces de siempre. Acá en EE.UU. más de la mitad de la población está pidiendo que regresen sus ejércitos a Irak con bombas y soldados para joderle un poco más la vida a la gente y decirle como tiene que vivir y ser gobernada -y para que aún más adolescentes en el mundo se aficionen a matar norteamericanos lo más pronto que puedan. La extrema derecha lo tacha de cobarde a Barack Obama por no empezar a bombardear enseguida, reventando cualquier cosa. ¿Cuándo aprenderán los imperialistas -sean americanos, rusos, ingleses, chinos, o gobernantes de cualquier otra nación o tribu- que nunca terminarán bien sus intervenciones en los asuntos ajenos? Y cada semana sale otro pibe con armas de fuego buscando sus quince minutos de fama y un final dramático a su propia vida matando inocentes en colegios, cines y otros lugares públicos. El mundo es un alucinante quilombo ahora mismo. Quizá siempre lo fue. Al lado de eso, lo que pueda ocurrir en un torneo de fútbol nunca es grave, por mucho que la gente se enoje, se deprima o se enloquezca según la suerte de su equipo preferido.
Pero, como esta columna siempre se interesa por el fútbol, seguimos hablando del deporte rey, buscando en su práctica y repercusión los símbolos ocultos, el eco filosófico y el valor estético que algunos encuentran en la política, el arte y otros escenarios del homicidio simulado (y a veces real). Entonces, como hoy es otro día más en Brasil, hay que dar mención especial al homicidio casi real de Iker Casillas y España. Esta vez no se lo puede culpar a ningún árbitro, hoy la Naranja de Van Gaal tuvo su gran día. El talento, la suerte y una mentalidad vengadora de hierro acompañaron a Holanda. Me quedé mudo, fue como ver el desenlace de una película de horror, o una de esas terribles escenas que podemos ver en documentales sobre lobos o leones cuando persiguen y matan metódicamente a sus presas. Creo sinceramente que Casillas y su equipo van a ganar sus partidos contra Chile y Australia, y podrán avanzar a octavos de final. Todavía pueden defender su título. En 2010 también perdieron su primer partido, contra Suiza, y ganaron el campeonato. Claro, no fue una paliza como la que sufrieron hoy en Salvador de Bahía. Muchos dirán que se acabó la fiesta para los de Vicente del Bosque, pero yo no los descontaría. Ese equipo tiene muchos veteranos, mucho orgullo, y no creo que se darán por vencidos. Tampoco lo hará Croacia, después de la emboscada que sufrió ayer en su partido inicial contra el anfitrión. Creo que ellos avanzarán también. España: ¿fin de ciclo u oportunidad para hacer historia? Si gana la Copa después de la masacre de hoy, será épico.
