Post tenebras lux

Viggo Mortensen y Fabián Casas

(15-27/6/2014)

VIGGO:

He decidido que me gustan todas las películas. Las que se hicieron, las que se harán, las que no pudieron hacerse y las que nunca se harán. Son buenas todas. Y, claro, los libros también. Y los cuadros, y las guerras, y las pizzas, y los tacheros, y los que torturan, las pestes, este sandwich, todos pero todos los partidos de Messi, y los goles que no eran, y el clima, y la muerte mía y de todos y de todo. Seguro que he olvidado algo, hermano Cuervo, pero a lo que voy es: ¿qué hay de blasfemia, y a mí qué me importa, si digo que cualquier barbaridad o elemento grotesco de nuestra patéticamente breve existencia (fijate en una montaña, o en el Obelisco, si entrás en duda sobre lo que propongo) es igual, son iguales, no existen? Por hablar, ¿viste?, lo digo por hablar. Todo es posible, e imposible. Pero, claro, ese guacho que doma como Dios, y el toscano que hace la grappa en una aldea de montaña donde podés tomar un trago solitario en noviembre, y la que sabe curarte el cuerpo y el alma, y los que hacen ese pan que no olvidarás nunca, y la gente de la montaña central de la Provincia de León, y de Dunedin, Aetoaroa, y del centro de la isla de Hokkaido, de Tartagal y Oklahoma y del quinto pino, los que dan sus vidas por cosas monumentales y por una sola persona desconocida, los que tienen cada uno o una su puesto de excelencia, su quehacer, su parte sublime. No digo que hay que nivelar, no me van a meter en su trampa neoliberal los que odian la supuesta mediocridad, los que encima me culparán de abogar por ella. Todo es igual, pero algunos hechos y algunas personas sorprenden, se lucen. Hay que dejar que las cosas pasen. Reconocer la igualdad, pero permitir lo extraordinario.

Los celos de Diego (un genio, sí, sí, claro que sí), de Pelé, de Cristiano Ronaldo, de quién sea, no vienen al caso. Messi es especial, muy especial. Le cuesta, siempre le costó. Es un petiso que hace lo imposible, y todo el mundo lo mira y pide, desea, casi exige que falle, que sea un petiso cualquiera, que se demuestre que es una estafa, un hombre cualquiera, mediocre, mocoso, vomitoso, lento, tonto, sin gambeta final. Mediocre, esa es la palabra. La que podría traer un alivio al que ve a este hombre joven dibujando milagros sin pedir aplausos, y no puede entender que un mero deportista se parezca tanto a Michelangelo. Mediocre, de eso hay que acusarlo, por haber hecho partidazo trás partidazo, por las dudas, las muchas dudas que provoca este hombre en las mentes de los amargados y los celosos, los que están viejos en su alma, eso es lo que quieren que todos piensen de Lionel Messi. Mediocre. No lo es. Le costó mucho a Lío sacar las papas del fuego que prendió la arrogante ignorancia de Sabella (con su línea de cinco y las omisiones que ha hecho eligiendo los que iban al Mundial) contra un guapo Bosnia-Herzegovina, pero Messi lo hizo, solito, peleó como una fiera y dijo al mundo “YO ME ENCARGO”, y se acabaron, de momento, las boludeces. A ver si Sabella se calla un rato y deja jugar a los que saben jugar. Ojalá fuera ahora mismo el técnico de la Selección Diego Armando Maradona. Si lo fuera ganaríamos este Mundial, no me cabe la menor duda. Perdió ese partido contra Alemania en julio de 2010, ¿y qué? ¿Por eso hay que mandarlo a la mierda? Maradona pone huevo, pasión, está loco pero está para el fútbol y para el jugador. Me arrepiento de haberlo criticado por su comportamiento en alguna ocasión. Ahí me parecí a un alma marchitada, un luterano serio de un cuento de Knut Hamsun o de Henrik Ibsen. ¿Qué derecho tengo yo a culpar? Ya no importa. Todo, como digo, todo es bueno. Todo. ¿Por qué no? Al menos, todo EXISTE. Todo. Sabella, ¡dejá que jueguen los muchachos! Cuando ganen la Copa podrás prestar la corona. Aviváte, sos un pasajero nomás. Higuaín, Agüero, Lavezzi, Di María, Maxi, Mascherano y los pibes y todos los miembros de esta selección también lo son. No entiendo que a Lío lo culpen de no ser jugador de equipo, de no tener carisma. En su momento, en este preciso instante histórico, él es Nijinski, es el pibe diferente e inalcanzable, tanto como lo fueron Cruyff, Diego, Di Stefano, Sanfilippo, George Best, Gary Cooper y miles de otros. Hamlet, Marco Aurelio, Buddha, Gardel, Zinn, Chomsky, Scriabin, Ghandi, Mozart, qué sé yo. Como dicen los gallegos, “no hay mal que por bien no venga”. Messi tiene que pasar por su calvario, y tiene que ser campeón.

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FABIÁN:

Sabella se parece a ‘Benjamin Button’, ese personaje inspirado en un cuento de Scott Fitzerald y que en el cine interpretó Brad Pitt. Es un viejo joven, tiene cara de bebé, pero también algo del Jack Nicholson de “El resplandor”, es como Oaky -¿lo conocés? Un bebé que era un dibujito de mi infancia inventado por García Ferré. No entiendo. Dirige a una potencia futbolística, muchos de su profesión quisieran estar en ese lugar. Tienen trabajo, debe ganar bien, está alimentado, dirige a Messi, Di María y al Kun, pero igual tiene casi todo el tiempo una cara de culo letal. Está triste, enojado. ¿Por qué? Eso me fastidia mucho. Yo le diría: “Sabella, si no disfrutás, hacete a un lado que llamamos a alguien que tenga ganas de divertirse”. Porque ser serio no es poner cinco defensores en un partido y en un mundial donde todos los equipos que vimos juegan al ataque. ¿Viste Italia contra England? ¿Viste lo que jugó Pirlo? Maradona, en un programa cómico que conduce por la noche, dijo una frase genial: “Si Pirlo da un pase mal, le compró un auto a mi compañero de trabajo”. Según las estadísticas dio 200 pases y erró uno. Increíble. Hasta Italia, que llegaba a las finales defendiendo -es decir, que su táctica mezquina le garantizaba estar en la final- igual prefirió jugar al ataque. E Inglaterra también, palo y palo. Los dos merecieron ganar. En cambio, Sabella parece no interpretar qué equipo dirige. Es como cuando un padre no se da cuenta o se niega a aceptar que su hijo es gay y lo obliga a conocer mujeres en vez de dejarlo tranquilo ¿Para qué?¿Para qué hace bajar a Messi hasta el medio campo? Y si defendimos con cinco contra Bosnia, cuando juguemos contra Alemania -Dios no lo quiera- Messi directamente va al arco y de ahí en adelante todos defensores. ¿No? Me estoy yendo a un encuentro de literatura en Santa Fe, te escribo desde ahí en breve un poco más.

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VIGGO:

Dale, hermano. Espero noticias tuyas desde la cuna de Carlos Monzón.

Acabo de ver el partido entre Estados Unidos y Ghana. Les faltó Landon Donovan a los de Klinsmann, como me lo temía, especialmente después de la lesión del delantero Jozy Altidore, pero hoy la suerte los acompañó contra un rival veloz, técnicamente superior, pero impreciso a la hora de terminar las jugadas de ataque. EE.UU. luchó todo el partido, y se nota que su DT tiene al equipo jugando con una fuerte mentalidad colectiva. Dempsey marcó un golazo a los 29 segundos, pasando como un puñal por la defensa con una hermosa jugada individual. A los 82 empató al galope Ghana, con el exterior del pie izquierdo de Ayew, pero los norteamericanos sacaron un triunfo agónico 2-1 de un córner a los 87, fruto de la voluntad de un equipo unido y sin miedo, y de un cabezazo oportuno de Brooks. Ghana mereció más, pero los gringos defendieron bastante bien contra ese equipo plagado de jugadores de grandes clubes europeos. No entiendo que haya entrado tan tarde para Ghana Kevin Prince Boateng. Él me parece imprescindible para Ghana.

(Brooks, minuto 87)

En el primer partido del día Alemania mostró una vez más que es candidato a todo, una máquina temible, machacando a Cristiano Ronaldo y sus compañeros 4-0. Pepe fue expulsado por agredir a Müller cuando éste hizo teatro tratando de provocar una tarjeta. Müller, por muy talentoso y peligroso que sea como jugador, siempre me ha parecido un niño mimado y llorón. Aunque hizo un “hat-trick”, no me gusta cómo se tira al suelo cada vez que tiene la oportunidad. En el Bayern juega igual. El otro encuentro, Nigeria contra Irán, fue el peor partido hasta ahora en este mundial. Los persas se defendieron muy bien, pero no tuvieron mucha potencia ofensiva. Los africanos jugaron malísimo a pesar de tener varios jugadores de alta categoría. Ni John Obi Mikel, ni Ahmed Musa, ni Victor Moses pudieron con el muro blanco de Irán. Mañana se viene un partido muy importante, México contra Brasil.

P.D.:

El día siguiente. Estoy en Los Ángeles con Henry. Me muevo como una cucaracha cuándo encendés la luz, o como el Pocho Lavezzi por la banda, buscando centrar la pelota. Estamos a punto de disfrutar el partido en Fortaleza entre el anfitrión y el Tri. Creo que México puede ganar este partido. Viendo las caras de sus jugadores y del DT, es obvio que no le tienen miedo a Brasil, o al menos lo dominan. A ver si hacen historia. Hace muchos años que Brasil no pierde en casa.

¿Viste que la remera naranja con la raya negra en zigzag de México se parece a la “playera” (como dicen los aztecas) del enanito ‘Charlie Brown’ (‘Carlitos’) en el cómic “Peanuts”? Bueno, cierro la compu para ver el partido.

P.P.D.:

PARTIDAZO. El mejor que se ha jugado en este Mundial después del Inglaterra-Italia. Memo Ochoa, el arquero de México, estuvo espectacular, volando como nuestro querido “Batman” Buticce lo hacía para Los Matadores. Y sus compañeros la rompieron, dando la cara a un Brasil muy nervioso. Así, así hay que jugarle a la Canarinha. A tomar nota, Sabella. Basta de tonterías.

Scolari es un llorón maleducado. Después de un partido en el que los brasileños siguieron tirándose a la pileta y haciendo entradas feas pero impunes a los mexicanos (la de Thiago Silva al Chicharrito, por ejemplo, era para roja directa), el pelotudo preguntó: “Yo quiero hacerle una pregunta a la prensa, ¿ya no va a haber más penales para Brasil?”  Felipão, después de lo que te ayudó Nishimura contra Croacia tenés regalos para todo el torneo, pero espero que te gane Camerún y te eliminen del Mundial por ser tan maleducado y tan poco agradecido.

Hasta ahora me quedo con el primer gol de Van Persie contra España, y el de Messi contra Bosnia-Herzegovina como los mejores del torneo. Recuerdo el anterior de La Pulga en un Mundial, el que marcó en 2006 contra otro equipo de la vieja Yugoslavia, Serbia y Montenegro. Yo estaba en Teherán visitando una escritora enferma. Después de ir al hospital a verla, vi el partido en el lobby de un hotel, donde los empleados y los huéspedes estaban mirando una tele. Recuerdo cuando Pekermann dejó entrar a Messi, y que casi enseguida le dio un lindo pase a Crespo para su gol. En la cancha creo que estaban Riquelme y Tévez, y que Cambiasso ya había marcado un golazo en la primera mitad, fruto de más de 20 toques seguidos de la albiceleste. Lío hizo el sexto y último de su equipo  gracias a una asistencia del Apache. Argentina tuvo un gran equipo en ese torneo. Después de ganarle a un potente México en octavos (golazo de Maxi Rodriguez, un tiro cruzado desde casi cuarenta metros, creo recordar), perdieron contra Alemania en definición por penales. Argentina lo tenía ganado, pero los jugadores se cansaron. Pekermann ni lo puso a Messi en ese partido, lo que me pareció absurdo, aunque Tévez estaba medio muerto durante el último cuarto de hora. Messi estaba sentado solito en un extremo del banquillo, parecía estar hundido en una terrible depresión, como un niño que no sabe por qué está siendo castigado.

(Primer gol de Messi en un Mundial)

Mañana juega España. Quiero que gane y pase página después del desastroso arranque contra Holanda. Y que Casillas juegue un gran partido. “Post Tenebras Lux…”

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FABIÁN:

Dear Viggo: volví anoche de Santa Fe y hoy dormí toda la mañana, cosa que no suelo hacer casi nunca, ya que me levanto muy temprano para llevarla a Rita a correr a los parques. Pero hoy estaba muy cansado y me levanté, puse el partido de Argentina e Irán que recién acaba de terminar con un gol extraordinario de Messi. La verdad, pensé que era empate, pero Messi es un jugador solitario excepcional que puede abrir huecos ahí donde la materia no debería abrirlos. ¿Cómo supo dónde meterla, esquinada, entre tantas piernas? No sé. Argentina por ahora no es un equipo, pero en él juega un niño solitario, taciturno si no la agarra, y letal cuando cabalga la matrix. Irán, que sabe defenderse por su historia -es un país al que a invadido al Imperio- se llevaba un empate de oro y casi, casi, un triunfo que no fue por las atajadas de Romero.

En el banco, Sabella con esa cara de estar sufriendo el peor trabajo del mundo, y esta vez Gago jugando de manera inexacta, sin poder mover la play station que hace jugar a Messi. En fin, Irán defendiendo y Argentina atacando pero como en las relcaiones de pareja, las cosas siempre -buenas y malas- se hacen de a dos y de a dos nos llevaban a un 0 a 0 aburridísimo. Hasta que apareció Lionel. Veremos si alcanza para llegar lejos, yo creo que no, que hay que hacer florecer un equipo en torno a él. De todas formas, nadie tiene más presión que los muchachos que comanda Neymar, si bien Felipão -me cae mil puntos, es un especie de Gene Hackman buena onda- trata de jugar y de distender a su equipo y de sacarle presión, ayer en el hotel, en Santa Fe, vi un documental sobre la maldición que tuvieron que sufrir los jugadores brasileños que perdieron la final del mundial del 50. Tuvieron que vivir en zonas alejadas de Brasil, como si fueran leprosos, hasta su muerte. La verdad, si los del scracth actual ven ese documental, pierden el mundial. Paulo Ricci, uno de los organizadores del Argentino de Literatura, me sacó una foto en la puerta de la casa de la hermana de Juan José Saer, la casa en la que el escritor se basó para ficcionalizar la casa de ‘Tomatis’, uno de sus personajes clave. ¿Leíste a Saer? Era como Messi, un maldito genio.

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VIGGO:

Buenísima la foto, hermano, gracias. No lo he leído a Saer. Lo haré. ¡Qué alivio ese gol a los 92 minutos! Totalmente de acuerdo: Argentina no ha jugado bien como equipo hasta ahora, parece no tener timón. Pero tiene en su faja ese facón que es Lionel Messi. Como dijo Romero, “el enano frotó la lámpara en el último minuto”. El arquero también la frotó, salvando al equipo en varias ocasiones con sus intervenciones. Le robaron un claro penal a Irán, y entiendo que Carlos Queiroz, el DT de Ghana, a pesar de reconocer la genialidad de Messi, esté furioso con el referí serbio, Milorad Mazic. En fin, hay que tener suerte, y hasta ahora la tiene el equipo de Sabella. Pero hace falta calentar motores en lo colectivo. De cierta manera, el equipo se parece a España hace cuatro años, controlando la pelota y finalmente ganando los partidos poco a poco, sin golear. A ver si mejora el ritmo colectivo y llegan lejos. Hay que definir mejor, no pueden seguir desperdiciando tantas ocasiones de gol. Me gustó mucho como jugó el equipo después de entrar Lavezzi. El Pocho desequilibra al rival, ojalá jugara desde el vamos en los siguientes partidos.

España no pudo remontar. Como dijo Vicente del Bosque, al equipo le faltó coraje y eso fue lo más sorprendente de todo. Espero que en su último partido en Brasil jueguen todos los suplentes. Me dio pena lo de Casillas, su pobrísima actuación en este torneo mancha una carrera impresionante. Me pareció feo que Maradona, siempre ansioso por tener protagonismo y queriendo quedar bien con Mourinho, lo atacara a Iker en los medios. La Roja ibérica cayó en la primera ronda sin mostrar nada, como Italia en el último Mundial. La Roja sudamericana pinta bien, tienen muy buen juego de equipo. Por suerte no le toca a Argentina jugar ni contra Chile ni Alemania ni Holanda ni Costa Rica ni Uruguay ni Bélgica ni la U.S.A., porque no creo que les iría bien de momento contra ninguno de ellos. Esos equipos ya están muy avanzados en lo colectivo. Hablando de Italia, no tienen nada, y Costa Rica mereció la victoria contra ellos. Pero los tanos suelen tener suerte en los mundiales, incluso cuando no juegan a nada, como en 2006 por ejemplo, y es posible que avancen de alguna manera. Veremos. Chau England. Para mí que fue un error grave de Hodgson no traerlo a John Terry. Benzema la está rompiendo para Francia. Tiene tres goles, como Müller para Alemania, aunque ya le quitaron dos que tenían que haber contado. Aunque es muy alto alto, es un jugador muy ágil, con buen remate. Ghana casi hizo hazaña contra los de Löw. Mañana el equipo de EE.UU. puede avanzar antes que los teutones si le ganan a Portugal, algo muy posible. ¿Quién lo hubiera pensado? Es un torneo muy igualado hasta ahora, con equipos de todas partes del mundo mostrando calidad técnica y buenos planteamientos.

¿Leíste alguna vez al novelista noruego Knut Hamsun? Cuando yo tenía 18-19 años leí todos sus libros. Hamsun inspiró a Kafka y a Proust. También, me parece, a Céline y a Joyce. Como le pasó a Céline, a Hamsun la gran mayoría de sus conciudadanos nunca le perdonaron su entusiasmo por el nazismo antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Escribió novelas muy intensas, fue revolucionaria su manera de usar elementos psicológicos, sus descripciones de monólogos interiores. Incluso sus primeros cuentos tenían un lado surrealista. Una novela muy buena de Hamsun se llama Sult (Hambre). Es un relato bastante autobiográfico, sobre un artista que da vueltas por Christiania (así se llamaba Oslo en el siglo XIX, antes de que Noruega consiguiera independizarse de Dinamarca) muerto de hambre, febril, alucinando todo el rato. El director danés Henning Carlsen hizo una buena adaptación de esa novela en 1966, en blanco y negro. La acabo de ver por primera vez en más de treinta años. Es una de las películas que vi cuando recién empezaba a probar lo de ser actor.  El protagonista es un actor genial, el sueco Per Oskarsson.

Otro libro de Hamsun que vale la pena leer es La trilogía del vagabundo. La editorial Alfaguara tiene una buena edición.

Seguimos hasta el final de la primera ronda con esta entrega ¿si te parece bien?

P.D.:

Bueno, como estamos teniendo problemas de conexión con internet, voy a terminar esta charla ahora que se termina la primera fase del Mundial. Hemos visto goles hermosos esta semana. Entre otros, el tiro libre de Messi para marcar su segundo en el partido entre Argentina y Nigeria, los tres de Shakiri para Suiza contra Honduras, el cabezazo del argelino Slimani que dejó fuera a Rusia, el tremendo remate de Jermaine Jones para los EE.UU. contra Portugal, y el del empate en ese mismo partido por Varela (con asistencia de Cristiano Ronaldo, quien hasta esa jugada no había hecho nada para ayudar su equipo aparte de  hincharle la pelotas al referí en vez de al menos defender y correr un poco). Neymar y Messi han sido los jugadores claves para sus equipos. Sin sus aportaciones Brasil y Argentina tendrían problemas para llegar lejos en este torneo. Con los dos equipos teniendo sus “10” jugando bien, podemos seguir soñando con la posibilidad de ver una final entre los dos grandes rivales del fútbol sudamericano. Luis Suárez estaba jugando bien, pero después de morderlo al defensor Chiellini, la FIFA no va a permitir que siga jugando en este Mundial. Lo más penoso de lo que hizo Suárez fue que la prensa solamente habló de ese momento en vez de escribir sobre el planteamiento cobarde y tramposo del DT Cesare Prandelli y los jugadores de la Azurra. Los italianos volvieron a lo de casi siempre; desde el vamos se tiraron al suelo constantemente para perder tiempo, dieron codazos y patadas e intentaron manipular al referí. Hicieron todo para trabar el juego de Uruguay y salir con un 0-0 que los dejaría avanzar a la siguiente ronda. Solamente jugaron al fútbol a partir de los 85 minutos, después del gol de Godín. El defensa del Atlético de Madrid hizo un partido completo, marcando el gol de la victoria y defendiendo como una fiera. La selección de Italia quedó justamente eliminada. La estrategia del DT italiano, por mucho traje lindo y buenos modales que exhiba, y el juego de su equipo, fueron repugnantes. Italia había demostrado contra Inglaterra que era capaz de jugar bien al fútbol, pero renunciaron a ello contra la Celeste. Lo de Suárez fue lamentable, y le va a costar una larga suspensión, pero el espectáculo anti-deportivo de Italia fue casi peor.

El equipo de los EE.UU  aguantó la presión de los alemanes, encajando un solo gol contra los de Löw, mientras Portugal le ganaba a Ghana, y pasa a la siguiente ronda. Ahí le tocará jugar contra Bélgica, un reto complicado. Ya tenemos a los 16 equipos para los octavos de final. De los ocho partidos que se van a jugar a partir de este fin de semana, creo que los primeros tres son los más igualados e interesantes: Brasil-Chile, Colombia-Uruguay y Holanda-México.