Tomamos el tren

Viggo Mortensen y Fabián Casas

(26/10 – 4/11/2013)

VIGGO:

Cuervo,

Sigo de mal humor, días después del partido que perdimos 3-2 contra Lanús. San Lorenzo lo tenía ganado o al menos empatado si hubiera tenido un poco más de cohesión la línea de atrás. Fue una lástima que el buen juego de ataque y la creatividad que ofrecieron los nuestros no fueran suficientes para conseguir una victoria. He tenido la suerte de ir a ver algunos partidos que ha jugado el CASLA en el Estadio Néstor Díaz Pérez  -uno con vos y nuestro amigo Léo el año pasado- y parece que esa cancha siempre nos trae complicaciones. Creo que hace casi diez años que no ganamos allá. Recuerdo un partido que vi en esa cancha con la Oveja Telch, el Sapo Villar y Marcela Nicolau, la Jefa de Prensa del CASLA. Fuimos los cuatro juntos en auto. Fue en 2009, cuando Lanús peleaba el campeonato con el gran equipo de Huracán que había armado Ángel Cappa. Perdimos porque el referí, Gustavo Bassi, pitó un penal por un agarrón nada llamativo de Ledesma durante un córner de Lanús. Recuerdo que Bassi salió esa noche en la tele jactándose de su rendimiento como árbitro, negando que se había equivocado y que le había regalado el 2-1 a Lanús. Un referí  arrogante e impresentable, que no merecía pitar un partido profesional.

(Bassi, regalándole el 2-1 a Lanús en 2009)

El D.T. del CASLA entonces era Diego Simeone, y no tuvo su mejor etapa con nuestro equipo el Cholo. Mirá como cambian las cosas, porque ahora Simeone, con el Atlético de Madrid, es el mejor entrenador de España, y uno de los mejores de Europa. Bueno, en realidad Lanús ha tenido muy buenos equipos los últimos cinco años. El Granate ha tenido una historia parecida a la del Ciclón recientemente; hasta ahora no ha aprovechado su gran potencial. El equipo de Guillermo Barros Schelotto jugó bien, y hay que decir que salieron a atacarnos, pero creo sinceramente que San Lorenzo jugó un poco mejor -al menos del medio campo hacia adelante, con lindas combinaciones manejadas por el Pipi y por Piatti. Correa también estuvo muy fino. Con una victoria estaríamos a un solo punto de Newell’s en vez de a cuatro puntos, y para el colmo ahora estamos detrás de Arsenal y Boca. Por suerte nos toca jugar contra esos dos equipos todavía.

(Correa contra Lanús)

Ahora hay que ganar todos los partidos que nos quedan en este torneo. No hay otra… y se puede. Como dijo Cortázar una vez, “… la esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.”  Recién leí otra cita, de Juan Román Riquelme, que también me gustó y me pareció acertada: “Después de Colón pensar en San Lorenzo, que da gusto enfrentarlo porque ataca los 90 minutos, y esperar que en la semana no se nos lesione ninguno”. Esas palabras del “10” de Boca, mostrando su respeto por el estilo optimista que Pizzi le ha devuelto al CASLA, me dejaron una impresión bastante positiva de este talentoso pero frecuentemente polémico jugador.

Estoy trabajando en las montañas Atlas. Terminamos nuestra primera semana de rodaje. Es un lindo desafío para todo el equipo. Vamos bien, pero queda mucho por hacer. Es así el paisaje donde estamos filmando de momento:

Hoy es nuestro primer día de descanso. Después de trabajar un par de horas con el árabe que tengo que hablar en la película vi la transmisión el partido entre el Barcelona y el Real Madrid en un canal de acá. Fue un encuentro intenso. A Madrid no le acompañó la suerte, y perdió 2-1 un partido que merecía ser un empate. Hay que reconocer lo lindo que fue el gol del chileno Alexis Sánchez. Fijate:

http://www.youtube.com/watch?v=Jg34KukoxNo

Por último, te paso la canción “Zina” del grupo argelino Babylone, que escuché por primera vez la semana pasada en Argel. Linda voz, linda melodía:

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FABIÁN:

Hola Viggo:

Estuve sin el correo de gmail porque estaba caído (esto ya lo anticipó Sarah Connors, la mamá de John en “Terminator”).

(‘Sarah Connors’ -Linda Hamilton)

 ¡¡Qué buena la frase de Riquelme!! Te decía en un correo anterior, y le decía ayer por la tarde a Pablo Strozza, el amigo Cuervo con el que vimos el partido en casa -¿te acordás?- que más allá del campeonato me quedo y me concentro en ver jugar a  Romagnoli. El partido que hizo contra Lanús fue emocionante.

Traté de desligarme un poco del fútbol porque me estaban atacando el estado de ánimo las irregularidades del CASLA. Ahora vienen dos partidos clave para ver dónde estamos (Boca en casa, y Newell’s en Rosario). El campeonato, la verdad, puede ser para cualquiera, pero yo lo veo más regular a la Lepra que a cualquier otro. De todas formas, un San Lorenzo-Boca el domingo, a las seis de la tarde, puede ser -si se nos da- un partido de esos que te ponen de otra cara para el comienzo de la nueva semana. El lugar donde estás filmando parece la luna. Ojalá todo salga bien con el rodaje. ¿Podrás ver el partido? Mi viejo cumplió años este martes y me dijo que quería ir el domingo a la cancha. Voy a ver si lo acompaño, sería algo así como el final de la peli “La pandilla salvaje”.

¿Viste que la foto de arriba tiene los colores de los dos equipos que juegan hoy en nuestra cancha, incluso el rosa de la Bosta?

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VIGGO:

Querido Fabián:

Voy a ver el partido en la compu acá en Marruecos. A ver si los veo a vos y a tu papi en las gradas. Por favor dale un beso de mi parte. ¡Lindo regalo de cumpleaños que le vas a dar! Ojalá pudiera ir a la cancha con ustedes.

¿Qué tal la Feria del Libro en Bolivia, te divertiste? ¿Pudiste tomarle una foto a Evo Morales con la remera del Ciclón?

Acá estamos a mitad de nuestra segunda semana de rodaje. Arranqué ayer con el árabe. Lindo idioma. Los paisajes son hermosos, y la gente me encanta. Generosa, humilde y trabajadora. Hicimos una escena en la que jugamos al fútbol durante la hora de recreo (enseño a niños argelinos en un colegio chiquito que está en lo alto de la cordillera). Muy divertido. Hice de arquero y me metieron dos, pero me estiré para hacer tres o cuatro atajadas a lo “Batman” Buticce.

Los nenes de mi clase tienen gambeta, y hay una piba que tiene un zurdazo temible. Me dio en la cara y por unos momentos no recordaba donde estábamos. Tomé unos mates y volví al arco para el segundo tiempo. Me dolía la cabeza, pero terminamos con un empate digno, y cuando anunciaron el almuerzo me fui a la carpa a tomarme una siesta.

Estoy mirando con la compu el partido de Colón contra Newell’s. Acá son las 12:30 de la mañana, pero no laburo hasta la tarde así que voy a ver todo lo que pasa en el Cementerio de los Elefantes. Va ganando el local, y ese resultado le da a San Lorenzo una oportunidad extraordinaria para ponerse bien arriba en la tabla si gana el domingo contra Boca. Arsenal ya empató, así que a ellos los podemos superar. Acaba de meter el segundo gol de Colón Prediger. Es el que mejor está jugando en el equipo de Mario Sciaqcua, junto al arquero Montoya, que está aguantando la tormenta del ataque leproso. Maravilloso resultado para nosotros, si Colón puede aguantar la presión y preservar la victoria parcial. Montoya jugó un primer tiempo heroico, y está atajando muy bien ahora también…  Faltan 20 minutos, y Colón se está metiendo atrás para proteger la ventaja que tienen en el marcador. Me parece lógica pero peligrosa esta táctica… hay que morir con las botas puestas. Trezeguet entró para Newell’s en el segundo tiempo, y está desequilibrando al rival con su movilidad cerca del área. Después de más de una década jugando en Europa -11 de esos años en la Juventus- y un ratito recientemente en River, sigue fuerte y ágil como jugador. Sí Ramón Díaz se hubiera quedado con Trezeguet y lo hubiera mimado un poco River estaría mucho mejor ahora… Faltan 17 minutos… ¡Uy! Gol de Trezeguet. Increíble. No tenía que haberlo nombrado… lindo gol, el veterano se puso en el lugar perfecto para rematar. Se tensa el encuentro, Colón defiende… tiene que seguir agresivo como empezó el segundo tiempo. Maxi Rodriguez y Trezeguet están creando muchos líos en el área de Colón, buscando, buscando, pero un poco a lo loco. Heinze está defendiendo como una fiera… ¡Prediger dispara…! Nada. Y faltan 12 o 13 minutos… tira Mugni, ahora está atacando Colón…faltan 10 minutos… el arquero Montoya sigue salvándole la vida a su equipo… 8 minutos… Trezeguet agarra un centro y gol. ¿Porque lo nombré? A ver si Colón puede meter un gol o al menos quedarse con un empate 2-2… Faltan cinco minutos ¡GOL de …! ¡No!… Mancilla se perdió un gol segurísimo… no lo puedo creer. No entiendo como no la metió. Faltan dos minutos… Newell’s ataca… Trezeguet casi mete el tercero, está como un diablo… Un minuto…  el referí añade cinco minutos… Sigue luchando Colón, no quiere el empate, quiere ganar, muy valientes ante un rival superior… Newell’s sigue amenazando, quiere la remontada completa… Ahora falta un minuto de los añadidos… última oportunidad para la Lepra… y se acabó el partido. Bueno, si le ganamos a Boca estaremos a 2 puntos de Newell’s el domingo, con un partido contra ellos la semana que viene para agarrar la punta en solitario. Hay que ganar estos dos próximos dos partidos. No hay otra.

P.D. Mirá esto, de Jordi Soler, publicado en El País:

http://deportes.elpais.com/deportes/2013/10/27/actualidad/1382902368_965242.html

EL RECUERDO DE DOS MITOS

El verdadero Johan Cruyff

JORDI SOLER, 27 OCT 2013, © El País

Cruyff marca en el Camp Nou un legandario gol a Reina, portero del Atlético de Madrid.

Cuando el Barça ganó la liga en 1974, en casa nos enteramos de la noticia unos días después. Los culés de Barcelona ya habían celebrado en Canaletas y habían vuelto a sus trabajos y a sus vidas cuando nosotros, una tribu de culés de ultramar, que vivíamos en un pueblo selvático de Veracruz, México, apenas nos enterábamos del glorioso acontecimiento. El holandés Johan Cruyff, ese nuevo fichaje que nos había hecho soñar lo imposible, había conseguido que nuestro equipo ganara la Liga. De esto nos enteramos por el único periódico que había en el pueblo, una modesta publicación que pertenecía a un señor gallego que, por tener una atención con sus vecinos catalanes que éramos nosotros, publicaba, invariablemente tarde, el resultado del partido semanal del Barça. En el pueblo no había televisión, ni otros periódicos, y la estación de radio local dedicaba sus espacios deportivos a la liga regional de béisbol, que era el juego que realmente interesaba a la audiencia. De manera que la única forma en que podíamos enterarnos de la marcha de nuestro equipo era por la noticia que semanalmente publicaba nuestro vecino gallego, una notita modesta, acosada por la boyante información sobre béisbol, donde se informaba del resultado del partido y nada más, nunca sabíamos en qué lugar de la tabla iba nuestro equipo, aunque es verdad que en esa temporada habíamos contado tal cantidad de partidos ganados que nos habíamos atrevido a pensar que Cruyff lograría el milagro.

El día en que nos enteramos que el Barça había ganado la Liga, nuestro vecino gallego publicó una fotografía de Johan Cruyff que mi hermano y yo enmarcamos y colgamos en la parte noble de la habitación, ahí donde en otras casas colgaban un Jesucristo. Nunca antes habíamos visto a Cruyff, ni a ningún otro jugador del Barça ni, desde luego, habíamos visto nunca un partido de ese equipo del que, gracias al fervor culé de la familia, éramos forofos incondicionales. Ya he dicho que vivíamos en un pueblo en Veracruz, básicamente aislados del mundo, y esto nos hacía ser metaculés, aficionados acérrimos de un equipo que no habíamos visto nunca pero que imaginábamos con mucha tenacidad. Mientras los culés de Barcelona veían los partidos de su equipo, los metaculés teníamos que imaginarlo a partir de la breve noticia que publicaba cada semana, siempre tarde, el vecino gallego. Del fichaje de Cruyff, hace exactamente 40 años (28/10/1973), nos enteramos también por una breve nota de aquel periódico.

Hoy se cumplen 40 años del debú con el Barça de un holandés que nos hizo soñar en un pueblo selvático de Veracruz

Unas semanas después de que el Barça ganara la Liga del 74, comenzó el Mundial de Alemania y, alentados por ese acontecimiento planetario que no nos queríamos perder, los mayores compraron un televisor que fue el primero que hubo en el pueblo. Nuestras dos opciones de equipo que eran España, por la familia, o México, porque vivíamos ahí, no lograron clasificarse y nosotros, para paliar aquella orfandad, tuvimos que adoptar a Holanda con un argumento irrefutable y de peso: Cruyff, nuestro nuevo ídolo, jugaba ahí.

La experiencia de ver por primera vez correr y jugar a Cruyff nos dejó a mi hermano Joan y a mí pasmados, y nos expulsó de golpe de la exclusiva órbita de los culés metafísicos, en la que con tanto esfuerzo nos habíamos desempeñado durante varias temporadas. A partir de entonces pasamos a ser culés normales, de los que veían los partidos en lugar de imaginarlos.

Después del Mundial nuestra prima Alicia, que vivía en Barcelona, se encontró a Cruyff en el aeropuerto del Prat y le pidió un autógrafo para sus primos de Veracruz, que éramos nosotros. Aquel garabato, que llegó en un sobre que ponía “correo aéreo” en grandes letras azules, fue enmarcado y colgado debajo de la foto que habíamos recortado del periódico y poco a poco se fue convirtiendo en un objeto de culto que todavía hoy mi hermano, que es un próspero abogado en México, conserva colgado en una de las paredes de su despacho.

Hace unos años, en un partido que veía desde los asientos que tiene mi primo en el Camp Nou, vi que a escasos diez metros de distancia, en la orilla del palco de autoridades, estaba Johan Cruyff, mi ídolo de la infancia, ese futbolista que imaginaba sin parar cuando era un niño y un culé metafísico en la selva de Veracruz. Tuve el impulso de levantarme a saludarlo pero enseguida lo reprimí, me pareció que saludar con mi mano física a mi ídolo metafísico era una lamentable contradicción, así que no me acerqué, dejé pasar la oportunidad, pensé que el Cruyff real era bastante irreal y decidí quedarme con el mío, que siempre ha sido el de verdad.

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FABIÁN:

Mientras vos mirabas el partido al mediodía, yo estacionaba mi auto en una calle arbolada y me sentaba en un bar hermoso, tipo pub inglés, que queda en la calle Tronador, en el barrio de Villa Urquiza. Este bar tiene una barra demencial de whiskys de todos los colores, ahí Dylan Thomas se podría haber tomado sus 18 whiskys y muchos más.

Era de noche, casi las ocho, y estaba lloviendo copiosamente en Buenos Aires desde la mañana. Al mediodía me había juntado con Ernesto, de la comisión del CASLA para charlar, en el bar de Boedo y San Juan y le dije que me iba a hacer socio (no lo soy desde los 18 años) porque es la primera vez que veo que el aporte de guita y ganas llegan a buen término. Ernesto me mostró un librito que van a repartir mañana en la cancha antes del partido con Boca. Tiene un relato de Soriano, otro de Jorge Gottling y uno mío. Pero a la noche, ya sentado frente a un vaso de whisky (mi psicólogo rubio), pensaba en el partido del domingo mientras veía con el rabillo del ojo cómo Colón se la complicaba a Newell’s en la tele del bar. Me acordé de una frase de Auden: “Cuando el proceso histórico se interrumpe y la necesidad se confunde con el deber, llegó la hora de poner un bar”. Genial. Aunque no sé qué mierda quiere decir. Lo que me mandás de Cruyff es un texto genial. Eso de ser metaculés y después hinchas metafísicos. Y también compartir con el escritor español esa admiración que tengo desde chico por Johan Cruyff, que es para mí el jugador más hermoso y talentoso que vi en mi vida. Hay algo en el relato del fan de Cruyff de esos tipos que quedan aislados en un lugar selvático y no se enteran que la guerra terminó, con lo cual siguen en guerra. Me hiciste reír con eso del pelotazo en la cara, me acordé de uno que recibí una mañana en los años setenta en mi casa, salido del pie derecho de mi primo, con una pelota Pulpo, una pelota marrón, con rayas que lanzada a velocidad es como si te agarrara un colectivo repleto, de frente en la hora pico. ¿Viste alguna vez una pelota Pulpo? Son objetos extraños como los perros pila del Perú o los caramelos “Mediahora”.

Ojalá que mañana ganemos, Cuervo. Se juega mucho. Hasta la victoria siempre!

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VIGGO:

¡Sí, recuerdo esas pelotas! Yo nunca tuve una, pero un pibe vecino tenía una Pulpo. Era roja y blanca, como decís, y botaba en cualquier dirección cuando la pateabas. Era fácil de meterle comba al remate. Las Pulpo eran objetos especiales, codiciados, como ciertas figuritas de fútbol.

Quedan 4 horas para el partido contra Boca Juniors. Estoy muy ansioso. Hoy ensayamos unas escenas con caballos y armas para la semana que viene, pero estaba distraído. En un momento que el director estaba explicándole algo a uno de los que nos tenían que atacar a caballo en la escena, me perdí mirando el escudo del CASLA de mi remera, una vieja que dice “Volver a Boedo… es mi ilusión”. “Viggo, ¿agarrás el rifle con la mano derecha o la izquierda cuando te la muestra el jinete?”, me preguntó el director (o algo parecido). Levanté la mirada desde el escudo en mi pecho y contesté:”Sí.”

-“¿Cómo que sí? ¿Con la mano izquierda?”

-“Soy diestro.”

-“¿Con la derecha vas a agarrar el rifle entonces?”

Ahí me di cuenta de lo que me estaba preguntando.

-“No, con la izquierda, porque estoy del otro lado del caballo, ¿no?”

-“Bueno, como quieras, Viggo, pero hacelo siempre igual.”

-“O.K.”

Ayer leí unas cosas que dijo Walter Kanemann acerca del partido de hoy. Describió perfectamente la situación del equipo, la importancia de esta edición del clásico:

“Para nosotros este partido es una final. Si ganamos, vamos a Newell’s de otra manera. Por eso si no tomamos el tren, será un milagro que vuelva a pasar”

Es bueno saber que una de las piezas más importantes de nuestra defensa piensa así, y poder confiar en que el equipo va a salir a jugar con ganas pero muy enfocado, como tenían que haberlo hecho un poco más en la final de la Copa Argentina. Estoy seguro de que los jugadores de San Lorenzo van a dejar todo en la cancha hoy. Podemos hablar después del primer tiempo, si nuestros celus lo permiten, y después nos escribimos lo que nos pareció el partido si querés. ¡¡¡Vamos San Lorenzo!!!

Voy a tratar de calmarme con un libro llamado Au café, una colección de cuentos del autor argelino Mohammed Dib. He leído casi la mitad de los cuentos. Muy buenas descripciones de personas, de sus sentimientos y de sitios que pude ver durante mi breve visita a ese país. Pero la música en mi cabeza no la puedo apagar…

“Buenas tardes bostero

Hace tiempo te estaba esperando

Buenas tardes bostero

Tu papá te está saludando

Van pasando los años

y la historia se repite siempre”

P.D.

No he podido ver el partido. No ha habido conexión. Lo he escuchado por Radio Mitre. Orión nunca jugó así para nosotros. Increíble las atajadas que hizo en el primer tiempo. Correa se disfrazó de Garrincha hoy. Teníamos que estar ganando 10-0. Boca no ha jugado a nada, ha estado abismal, de vergüenza. Me muero. Torrico acaba de atajar el penal de Pérez. Faltan 2 minutos de los añadidos.  Por favor mandá tus impresiones. No puedo más. No puedo más… ¡GANAMOS! ¡Qué partido más sufrido! Por favor, por favor…

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FABIÁN:

Hola Viggo: como bien decías vos y decía también Kanemann éste era un partido clave. Era el tren que no podíamos perder. Y ganamos, costó pero lo hicimos. El CASLA jugó todo el partido al ataque, sobreponiéndose al penal errado del Pipi y metiendo Correa un gol extraordinario.

Correa jugó dos partidos en primera contra Boca y siempre lo hizo bien. Torrico sacó un penal tirado de manera certera, potente. Yo en ese momento me quería morir. No podía creer que estábamos a punto de perder dos puntos por un penal a dos minutos del final. Hubiese sido una injusticia. Hay una canción de Sui Generis que se llama “Bienvenidos al tren”. Y eso sentí cuando atajó Torrico, que nos subíamos al tren que nos lleva a Rosario para jugar con el que tal vez sea el mejor equipo del fútbol argentino. Dos cosas que pueden pasar: Newell’s juega a la perfección y el CASLA como contra Arsenal (sin alma) y nos masacran, o juega como contra Boca o Gimnasia y les ganamos en un partido memorable de ida y vuelta. Y ahí sí que nos perdemos en el envión final. Si me preguntabas antes del partido con Boca, yo no sentía que teníamos destino de campeones. Pero como dice el doctor Jung: “El destino es todo lo que yo no sé de mí”. Nosotros ahora lo vamos a ir sabiendo fecha a fecha: tenemos que dar el salto de calidad, eliminar las irregularidades y tener un equipo que cree en sí mismo. Esas cosas difíciles pero posibles. Voy a buscara Anita al jardín ahora, y entonces me voy a trabajar. Dopo te escribo de nuevo.

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VIGGO:

Pensando en la cita de Jung que mencionás, recuerdo que Dostoievski decía que lo que más teme la gente es lo nuevo, decir una nueva palabra, tomar un primer paso. El partido que viene es eso para San Lorenzo, un salto al vacío, un nuevo enfrentamiento con lo desconocido. Es la vida, y el que la teme ya está muerto. ¡Todos a Rosario!, como pidió el Bambino en 1995. Donde quiera que se encuentren en el mundo este sábado 9 de noviembre, todos los ojos y corazones Cuervos estarán en la cancha de Newell’s con el Ciclón. El partido que San Lorenzo va jugar en el Estadio Marcelo Bielsa este finde es tan importante como el que nos dio el campeonato en la cancha de Rosario Central hace 18 años. Después hay cuatro fechas más para terminar el torneo actual, pero para salir campeones de nuevo hay que ganar en Rosario de nuevo.

Creo que soy un optimista que aprendió a vivir con el miedo. Estaba seguro de que le íbamos a ganar a Boca ayer, pero al mismo tiempo temía que nos empataran en los últimos minutos. Me pasaron por la cabeza los partidos de este torneo y el anterior en que el equipo de Pizzi terminó empatando partidos que tenía que haber ganado por mérito y entrega. Cuando pitaron el penal contra Pérez, quedé paralizado, apenas respiraba. Pero seguía creyendo en la victoria. Creía pero tenía miedo. Tenemos un gran equipo y un gran entrenador. Las dos copas se nos escaparon esta primavera, aunque en ambos casos merecíamos ganar porque éramos el mejor equipo, el que mejor juega al fútbol. ¿Fue mala suerte, o simplemente el destino de un club sufrido? Creo que el CASLA casi siempre tiene que sufrir, sudar, llorar y sangrar antes de redimirse. La historia de nuestro club es así. Si el equipo puede seguir jugando con la velocidad y el buen toque que ha mostrado todo el torneo, va a superar como grupo cualquier obstáculo o duda colectivamente, y la alegría será inmensa. Como dijo el filósofo Bertrand Russell, “La experiencia de superar el miedo es increíblemente deliciosa”.

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FABIÁN:

Viggo: La última frase de Bertrand Russell es genial!!! Yo estoy pensando en el partido contra Newell’s todo el tiempo. Ese día voy a estar en Mar del Plata presentando el libro de un amigo en la feria del libro de allá, y de ahí voy a salir para verlo. Creo que llego justo. Tal vez no estemos a dos puntos de Newell’s, tal vez sólo estemos a dos minutos. Hoy Buffa decía que había que ganar pero que no era un partido definitivo ya que quedaban varios más. Es cierto, ahora hay que ganar todos los partidos, todos tienen que ganar todo juntos. Yo recuerdo una noche en mi casa anterior cuando jugamos con Newell’s y le ganamos con un gol de el Pelado y después salimos campeones ese año. Ese partido en Rosario fue clave, cuando lo ganamos, aunque faltaba un poco para terminar el torneo, se sintió que era la prueba definitiva para parar al equipo. Ojalá que el Pipi la pueda romper y que Piatti no se vaya del partido. Y que Correa siga tan explosivo como contra Boca. Muchachos: hay que jugar riéndose, como los Carasucias, y todo va a salir mejor. Me acuerdo de una frase de Bob Dylan: “…todo sonará como una rapsodia cuando yo pinte mi obra maestra”.

¡Pinten muchachos, que los Cuervos del mundo vamos a alentar hasta cansarnos!

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