11 PARA EL SAPO

Viggo Mortensen

13/2/2012

En 2008 la peña sanlorencista de San Martín tomó el nombre “Sergio Villar”. En esa ocasión escribió Luis Velázquez de parte de esa peña: “4 campeonatos con el CASLA. En la Peña San Martin le brindamos un HOMENAJE PERMANENTE a este gran jugador, esta extraordinaria persona, ejemplo como deportista, que ama nuestros colores desde hace 40 años. Dios me permitió conocerlo y me siento orgulloso. Muchas gracias por todo, SEÑOR SERGIO BISMARK VILLAR.”

Como todos los cuervos que han conocido al Sapo, me sumo a lo dicho por Luis Velázquez. Ahí van 11 preguntas para esta leyenda viva de nuestro club:

(Sapo Matador)

1. He leído diferentes estadísticas sobre el número de partidos que jugaste para San Lorenzo – entre 432 y 461. Lo único que sé es que nadie jugó más partidos para el CASLA. ¿Sabés cuantos partidos jugaste?

Los partidos oficiales que jugué son 446. Pero en total, con amistosos en gira y todo, me puse la camiseta de San Lorenzo en 601 partidos.

2. Tim, el gran técnico brasileño de ese equipo legendario dijo de vos: “Este se sacó la lotería, se la saco San Lorenzo y me la saque yo”. Él reconoció que eras una pieza clave de Los Matadores. ¿Cómo era Tim diferente a otros técnicos que has tenido, y que has visto dirigir a San Lorenzo desde 1968?

Lo que decía Tim, era algo lógico porque yo jugaba en Uruguay, en un equipo chico donde no tenía la trascendencia que tiene el fútbol hoy. Porque ahora se pasa por internet, la televisión pasa todos los partidos de todos los continentes y en ese momento, no. Había que traer como traje yo un cuadernito con las notas de los diarios. Entonces cuando me vio jugar, lógico se alarmó: que un jugador desconocido para él y para el fútbol grande de Uruguay juegue de la manera que jugaba yo… Para mí fue el mejor técnico que ha pasado por Av. la Plata y de los que me han dirigido a mí. Un tipo derecho, sabedor y estratega; una buena persona, un hombre -que como brasilero que era- le gustaba el fútbol, dejaba jugar y corregía en los entretiempos. Cundo nos veía más o menos en el primer tiempo, en el segundo cambiaba todo. Cambiábamos porque Tim sabía ver muy bien el fútbol. Sabía ver primero los defectos del rival y lo que nosotros a lo mejor no estábamos haciendo bien. En una camilla, ponía unas chapitas como si fueran jugadores, hacía dos o tres movimientos y eso era corregido. Por eso salíamos a matar en el segundo tiempo.

3. Sé que seguís en contacto con tus compañeros Matadores. Lo ves mucho a la Oveja (Roberto Telch), ¿no? ¿Siempre ha sido así? Es lindo ver cómo sigue tan fuerte el vínculo entre todos ustedes después de cuatro décadas desde el campeonato invicto que hicieron en 1968.

Nosotros somos un equipo que la verdad después de tantos años nos seguimos viendo y nos seguimos respetando. Lógicamente que alguno tiene más intimidad con uno que con otro. Por ejemplo, con el Oveja nos vemos casi siempre. Vamos a los partidos juntos, visitamos las Peñas o nos encontramos en alguna reunión o en algún asadito.

(asado para celebrar el aniversario 40 del cuervo campeón invicto de 1968, y el centenario del CASLA)

4. ¿Qué comparaciones podés hacer entre las maneras de jugar del Gringo Scotta, el Nene Sanfilippo y el Lobo Fischer?

Scotta es un goleador nato. Un jugador que si bien no tenía mucha habilidad, tenía una gran convicción cuando remataba al arco y remataba de todos los ángulos, de todos los sectores, como venía la pelota. Y tal es así, que tiene el récord en un campeonato por hacer un montón de goles (60, en 1975). El Lobo (Fischer) era otra cosa. El Lobo bajaba un poquito, hacía una especie de bicicleta y era un hombre con mucha fuerza, con muchas ganas, que siempre pedía la pelota y que se enojaba cuando no se la dábamos. Era un hombre que superaba -por su físico y sus ganas- a los marcadores de punta. Y por lo que vi de Sanfilippo era un hombre que sabía ubicarse en el área, que estaba a la expectativa y pelota que llegaba a sus pies, era prácticamente gol.

5.  ¿Por qué, siendo un jugador profesional tan importante y reconocido en Argentina, no te ficharon como jugador imprescindible para la selección uruguaya?

Yo jugué dos años en primera división en el fútbol uruguayo, en el Club Atlético Defensor. En el primer año salí el segundo mejor jugador y en el segundo año en 1967, salí el mejor. Después vine a San Lorenzo, hice muy buena campaña pero ¿qué pasaba? En ese momento, el fútbol se jugaba con “wines” que tiraban centros y los centros eran para jugadores altos. El 9, centroforward o el piloto -como le decían antes- era un hombre corpulento y alto. Por lo general el juego era de alto, y yo era petiso. por esa desgracia de ser petiso no fui convocado a la selección.

(“El Sapo es lo más Grande del fútbol nacional”)

6. No sé si volvés a Uruguay de vez en cuando para estar con amigos o la familia. ¿Cómo ves el fútbol de allá ahora? ¿Seguís lo que pasa con Defensor donde jugaste antes de venir a San Lorenzo — o lo que pasa con otros equipos de tus comienzos como futbolista?

En realidad voy poco a Uruguay. Tengo amigos de verdad, amigos que me quieren mucho, que se la pasan invitándome, pero en realidad yo estoy viviendo de este lado del río. Defensor creció mucho después de mi paso. Ha ganado campeonatos, intervenido en Copas Libertadores, en copas internacionales. En cuanto al fútbol de Uruguay, por lo que se vio en el último mundial, ha hecho un excelente torneo y tiene ese plantel de muchachos jóvenes, muy unidos, que se dicen “los amigos”.  Cuando los amigos son amigos de verdad, se defienden en el campo de juego a diestra y siniestra. Por eso la actualidad muy buena que tiene Uruguay.

7. ¿Desde tu punto de vista era más o menos duro el juego defensivo de los ’60/’70 que el de ahora? ¿Más duro en Uruguay que en Argentina?

Era duro, rudo. Había jugadores muy corpulentos que técnicamente no eran bien dotados y usaban la fuerza, la garra, el tesón y te llevaban por delante. Sí, era duro. Yo creo que siempre fue más duro en Uruguay, y por eso era famosa la garra charrúa. Cuando no podía tener técnica, cuando no podía jugar al fútbol, metía lo otro y trataba de ganar los partidos. Pero entre los dos países, la rudeza, la dureza y los que más metían estaban del lado uruguayo.

8.  En la revista especial de El Gráfico de los 100 ídolos azulgranas publicaron incorrectamente que le habías hecho un juicio al CASLA. Eso te habrá molestado mucho, ¿no? ¿Cómo pudo ocurrir ese error tan feo?

La verdad cuando leí eso -porque me dijeron salió en una revista que tiene 100 ídolos entre los cuales estás- y leí la última parte y vi que no se ajustaba a la realidad porque no es así. Yo nunca fui silbado, no le hice ningún juicio al club. Es un error que me dolió mucho pero yo creo que la gente, por lo que hasta ahora pasó, no le dio trascendencia, se ríe y dice que no puede ser. Y es verdad: no puede ser porque no fue así.

9. Los hinchas te queremos muchísimo. Sos un ejemplo único de cómo jugar y de cómo portarse como persona. El día que te homenajearon en el estadio y se le puso tu nombre al codo fue muy emocionante. ¿Sentís este gran amor de la hinchada cuerva?

Yo tuve la suerte, la felicísima suerte que cuando llegué al club — siendo un desconocido, un petiso de 1,60, sin jugar en los equipos grandes de Uruguay y sin jugar en la selección — la gente me vio jugar y en seguida se adaptó a mí. Me acompañó con su cántico, con su cariño con su “uruguayo, uruguayo, uruguayo”, con su “y chupe, chupe, chupe, no deje de chupar, el Sapo es lo más grande del fútbol nacional” Y eso a mí me reconfortó tanto que estoy re agradecido de la hinchada. La gente sabe que yo poniéndome la camiseta la defendí, más allá de haber jugado bien o haber jugado mal, pero la defendí con honor.

10. Terminaste tu carrera como jugador con All Boys. ¿Cómo fue ese cambio para vos?

Terminé mi carrera en All Boys por un hecho del año anterior. A mí la gente que legó al club me dijo que no me iba a utilizar, que yo no servía más, que era un poco veterano. Pero me echaron a mí y trajeron a otro veterano… Entonces jugué para demostrar que un año antes yo podía haber aportado algo y a lo mejor por un punto el equipo no se iba al descenso. Me dolió mucho. Fue una tristeza enorme que, después de haber sido el jugador que más veces jugó en la Institución, me cerraran la puerta de esa manera.

11. Sabemos que siempre has apoyado ¿Cómo ves la situación actual del CASLA? ¿Qué te parece que se puede hacer para encontrar de nuevo la buena senda?

Estamos en un fútbol difícil, un fútbol que ha bajado la técnica. Ahora es correr, meter, defender, tirar pelotazo… Y creo que eso se tiene que revertir tratando de volver a los orígenes del fútbol. Creo que el fútbol que practicó San Lorenzo casi siempre fue un fútbol lírico, lindo, de toque, de gambeta, de esquive, de pase, de jugadas colectivas. Tenemos que volver a esa fuente. Felizmente hoy hay un técnico (Leonardo Madelón) que vistió la camiseta de San Lorenzo, que supo estar en el campo de juego, que sabe lo que es la historia, la mística de San Lorenzo. Seguramente le puede costar un poquito porque tal vez estos muchachos no tengan la técnica de otrora pero a lo mejor dándoles confianza y motivándolos pueden mejorar. Y otra cosa que me parece muy interesante es que se ha poblado la Ciudad Deportiva de técnicos-ex jugadores de San Lorenzo en casi todas las divisiones inferiores. Y los que fueron ex jugadores y vistieron esta camiseta saben lo que es y creo que eso le va a venir bien al fútbol, a los chicos para transmitirles lo que se siente, para trasmitirles qué camiseta están vistiendo, qué peso de la historia tiene esa camiseta y que la tienen que defender con hidalguía y con orgullo.

¡Muchas gracias por atendernos, Sapo!

(Un Sentimiento, puro y eterno)