VIGGO MORTENSEN Y FABIÁN CASAS
29/10/2011
VIGGO:
Hola Fabián,
Parece que Bottinelli, nuestro defensor a muerte, y otros jugadores de San Lorenzo se pueden ir a causa de las agresiones de las barras — y porque ni nuestro club, ni la AFA, ni el gobierno de Argentina parecen haberse dado cuenta que hay que hacer un esfuerzo mayor para proteger al deporte, a los jugadores, y a los hinchas de las amenazas de esta desgraciada minoría violenta que está llevando todo al carajo. Bottinelli y los otros se enojaron hasta el punto de decir ¡BASTA!, y con TODA LA RAZÓN DEL MUNDO. Ojalá hubieran sido nuestro presidente y otros presidentes de clubes de fútbol los primeros que en decir BASTA y en HACER ALGO serio para demostrar su sinceridad y coraje. Es una vergüenza esta situación.
En mi opinión lo que falta es prohibirles el acceso al club y al equipo a las barras. Nuestro club no puede y no debe esperar para ver lo que hacen otros clubes, lo que hace la AFA. Hay que ser firmes y valientes, señores, es hora de insistir que YA NO ENTRAN NUNCA A NUESTRO ESTADIO NI A LA CIUDAD DEPORTIVA LAS BARRAS. SE SABE QUIÉNES SON ESTOS TIPOS. ¡FUERA YA, CARAJO!
Señor Abdo, querido presidente: yo sé que sos una buena persona y que querés cambiar estas cosas. Te apoyamos. El club tiene que prevenir esto. Del Grondona ni hablo. Ese ya tiene reservado su palco de vitalicio en el infierno. A causa de él y su estirpe es de momento prácticamente imposible que la AFA se encargue de manera contundente del problema de las barras. ¿Y Cristina? Me alegro muchísimo por su victoria electoral, pero VAAAAMOSSS, señora: limpie nuestro fútbol de una vez. La AFA no manda en este país, ¿o… sí manda la AFA, señora?? Si usted puede darnos “Fútbol Para Todos” — que, a pesar de los comentaristas más o menos adecuados, es claramente un logro democrático para la gente — también puede usted eliminar esta mierda de las barras y de las directivas de los clubes y de la AFA que la apoyan. Como dicen en EEUU, “Follow the money…” (“Seguí la plata…”). De ahí viene el mal. Señora Presidenta: estoy seguro que el presidente Abdo y otros presidentes le agradecerían eternamente un poco de coraje y una muestra de su habitual fuerza de voluntad en el tema de las barras y la corrupción crónica en la AFA que facilita esta situación tan lamentable y peligrosa. Con la cooperación de sus gobiernos se ha logrado controlar el problema de las barras en países como Inglaterra y España, donde era un problema gravísimo. En Inglaterra decían que no era posible cambiar la situación, pero se cambió. En España igual. Ahora las familias pueden ir a partidos en esos países sin el miedo de antes. Sin las molestias, el disgusto, y el peligro de antes. Es cuestión de voluntad, de garra moral.
Si la presidenta sigue sin atreverse a hacer algo, el CASLA tiene que dar el ejemplo. A los que se puede demostrar que son culpables de las recientes (y futuras) agresiones, no se les puede permitir ser socios del CASLA ni acceder a nuestro estadio u otras instalaciones deportivas. BASTA. Sé que hacer eso les parece imposible a muchos que han perdido la esperanza, pero ¿por qué no podemos hacerlo? ¿Por qué no? Pienso que si los que en realidad son delincuentes, piratas y sinvergüenzas que agreden a hinchas, jugadores, periodistas, etc. — los que solamente se aprovechan del club sin realmente contribuir nada — no se arrepienten públicamente y demuestran un comportamiento digno, no deben tener acceso. Si piden perdón y se portan bien durante 6 meses seguidos, por ejemplo, podrían volver a ser socios y a tener acceso. Si después de ese periodo de estar a prueba agreden de nuevo, roban, amenazan, o hacen más daño a la gente, el club, o los jugadores NO VUELVEN NUNCA MÁS. Tan sencilla tiene que ser la cosa.
Por estas agresiones de las barras y la falta de seguridad se fueron Solari y otros antes de San Lorenzo y de la Argentina. Botti, para hablar de uno de los que están hartos, es un campeón, un luchador de corazón y alma, y no merece este trato. El club tiene la responsabilidad de protegerlos a los jugadores y a los hinchas. Las palabras ya no bastan, señores.
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FABIÁN:
Querido V; la verdad es que vengo pasando unos días horribles con este tema del fútbol, y con el apriete de los barras a los jugadores. Como dice Pappo, un músico de rock que se pegó un palo en la ruta: son muchos pensamientos para una sola cosa. Yo creo que frente a casos así habría que barajar y dar de nuevo. El fútbol es una expresión de nuestra sociedad; una sociedad salvaje que privilegia la competencia desleal y que se pone dramática a la hora de ir a jugar un mundial. A ver, yo me amargo cuando pierde el CASLA, me vuelvo loco, pero nunca, bajo ningún punto de vista se me ocurre salir a pegarle a alguien. Creo que el fútbol, por ser un deporte tan hermoso y que tiene tanto arraigo popular sería una herramienta genial para educar a los jóvenes. ¿Hay hinchada y quieren entrar al club? — bueno que el club les de colegios, estudio, lugares para expresarse, charlas de integración. No entradas y accesos por abajo de la tribuna para que vayan a pegarle a los jugadores o para pegarle a las hinchadas contrarias. Cuando pasan estas cosas me acuerdo de una frase de Ferdinand Celine que dice: “Habría que cerrar el mundo por lo menos durante dos o tres generaciones”.
Perdón por el bajón que te estoy tirando, pero formo parte de una sociedad enloquecida que lo único que quiere es ganar, ganar, ganar a cualquier costa. Cuando veo que el fútbol se convierte solo en un negocio macabro, me gustaría que mi país hiciera lo mismo que hizo Costa Rica con su ejército: lo disolvió. Yo disolvería a la selección nacional. Basta, hasta que no se den cuenta que el himno y demás estupideces sólo implican guerra y muerte, que no es necesario ostentar argentinidad porque uno ya es argentino por fatalidad, que no somos mejores que nadie y que lo mejor que nos puede pasar es cruzarnos con todos y , a la hora de practicar un juego, un deporte, hacerlo con hidalguía y para divertirse y aprender, aprender de uno, superando las limitaciones (esto lo veo siempre en karate, cuando trato de mejorar un kata) y aprender del rival, porque es quien, a su manera, nos construye. Perdón amigo, pero estoy deprimido con esto. San Lorenzo tiene unos colores hermosos. A mi viejo, un más que leal hincha cuervo que este sábado cumple 83, nunca, nunca en mi vida lo vi insultando a los rivales o queriendo ir a matar a un jugador nuestro porque anda jugando mal. Ayer pensaba en esas naves que manda la NASA al espacio donde — tratando de hacer contacto con otras civilizaciones — ponen discos de los Beatles, dibujos de Picasso, etc. Yo pondría una foto que sacó mi mujer en un zoo de Vietnam. Un pato, vivo, atado al lado de una serpiente que estaba durmiendo. El pato estaba paralizado por el miedo. Esta imagen te puede volver loco. ¿Puede ser el mundo un lugar tan cruel?
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VIGGO:
A veces sí, hermano cuervo, a veces sí. Pero tenemos que superarlo, tenemos que cambiar, Fabián.
Aparte de lo de las barras y la corrupción directiva y política, que no tiene NINGUNA EXCUSA, hay que reconocer que fue un desastre nuestro último partido contra Arsenal. Increíble. Más mala suerte no se puede tener. Te quería escribir antes sobre el partido, pero no sé si estoy preparado para hablar mucho de él. Lo poco que pude ver me metió en una depresión fea. Pero mucho más me molesta lo de las barras y la corrupción al nivel de clubes, de la AFA, del gobierno nacional.
Bueno, cambio de tema. Un poco. Ha llegado, finalmente, el otoño a Madrid. Ha tardado un montón. En Europa como en Norteamérica, el verano se quedó, no quiso acostarse hasta muy, muy tarde. Llueve, por fin llueve acá, y las noches están más frescas. Me encanta la lluvia, el silencio después. Ayer nos fue mejor con el ensayo. Carme Elías, mi compañera de reparto es un gran talento, un instrumento muy afinado, y ella tiene el coraje de Medea – le sobra el coraje. Es un placer y un desafío compartir un escenario con una persona con tantas “tablas”, como dicen los españoles. Se acerca el estreno y habrá que ponerle huevo, pero estoy aprendiendo cosas, intentando entender los ritmos del cuento de Ariel Dorfman y de mi compañera. Una linda educación. Aparte de tratarse hasta cierto punto de la confusión del tiempo, de diferentes maneras de ver o de ignorar el tiempo — como te decía antes — esta obra habla de la expiación, de pedir y dar el perdón sin poner condiciones. Viendo la semana pasada que la banda político-militar de ETA anunció que renunciaba el terrorismo y la lucha armada, y viendo también las imágenes de la captura y el casi inmediato ajusticiamiento de Khadafi, voy pensando cada vez más en esta cosa del perdón, esta cosa de estar vivo y de estar muerto, del cómo/cuándo/porqué de nuestros viajecitos individuales en este mundo. De eso se trata la obra de Dorfman también. Se llama “Purgatorio”, pero no es el Purgatorio de los católicos o los coptos. No hay otro lugar, no hay indulgencia que te permita zafar, no hay otro premio que el de hacerlo bien, de ser sincero al pedir perdón y perdonar. Me pregunto si hay cosas que no tienen perdón. Lo de los Nazis, lo de Khadafi, lo de Bush, lo de Videla, Galtieri, Astiz, ciertas cosas de Perón también, cosas deplorables que han hecho tantos y tantos seres humanos — cosas mías, seguramente cosas tuyas, cosas que todos hacemos mal, daño que hacemos con y sin pensar.
Yo creo que el perdón es el perdón, y punto. Si le ponés condiciones al perdonar o al pedir el perdón, no es perdonar. Hay los que dicen, a veces decimos “Sí, lo siento mucho, lamento haber hecho eso o lo otro… pero él/ella/ellos hicieron cosas muy malas también, me provocaron y no tuve otra opción que…” ¡NO, NO, NO y nooooo! Hay consecuencias, hay castigos para los actos criminales, pero el perdón es una cosa aparte, por encima de ello. No es lo mismo que la venganza. La venganza es un veneno. El perdón, pedido o dado, tiene que ser sin condiciones. No tenían que hacerle eso a Khadafi. No era inevitable, no es buena señal, no promete nada con respecto al nuevo gobierno de ese país. ¿Y lo que ha hecho la OTAN? ¿Y el porqué de sus bombardeos su mano, su dinero (el de los ciudadanos norteamericanos y europeos) que pagó los constantes ataques para derrumbarlo a Khadafi? Khadafi, el que ha sido, cuándo convenía, el gran amigo loquito de la CIA, de los ingleses, de los norteamericanos y de tantos otros, hasta de Israel en ciertos momentos. El torturador “gracioso”, el payaso grotesco y vanidoso que convenía aguantar y apoyar porque en Libia hay mucho petróleo. ¿Quién está primero ahora en la cola para apropiarse del petróleo debajo las arenas de Libia? ¿Cómo ganaron ese puesto que en Libia como en tantos otros países se ha obtenido y seguirá obteniéndose por medio del sufrimiento de sus ciudadanos? Hay TANTOS sitios donde la OTAN o las NACIONES UNIDAS no ayudan nada, no miran cuando la gente es torturada, masacrada, cuando le roban todo, violan y destruyen a sus hijas e hijos. Se exigen “condiciones” y “cooperación” capitalista para dar ayuda, ventaja tiene que haber para los inversores antes de prestar ayuda, parece. Esas “condiciones” no son ayuda. La ayuda con condiciones no es ayuda de corazón, como el perdón con condiciones no es el perdón. La misericordia con condiciones no es la misericordia. Bueno, no sé, ¿qué pensás de esto, del perdón…?
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FABIÁN:
Querido Viggo: la sensación que tuve viendo el partido contra Arsenal fue esa especie de tristeza chirle que se instala en algunas parejas que siguen casadas aunque están aburridas mortalmente. Tuvimos mala suerte, sí, pero a la buena suerte hay que merecerla. Ahora, hablando del perdón, tema que proponés, realmente era escalofriante ver cómo los captores trataban a Khadafi. Yo veo en eso un triunfo de la brutalidad que demostró Khadafi cuando estuvo en el poder. Nunca, bajo ningún punto de vista, uno tiene que transformarse en un monstruo salvaje y vengativo. Pero claro, estos preceptos no deben ser sostenidos por la racionalidad, sino por el corazón. Es decir, no hago algo porque no quiero que me lo hagan a mí (la parábola de Brecht) sino porque está mal. Y en eso coincido totalmente con vos. El perdón no admite otro propósito que el hecho de perdonar de manera absoluta. Cuando voy por las mañanas para el dojo, a hacer karate, paso siempre por un lugar que en los sesenta y setenta fue un boliche tanguero y en la puerta tienen pegada una placa con una frase que dijo Borges cuando visitó ese lugar:
“A mí siempre me gustó la milonga, pero ustedes me hicieron reconciliar con el tango. Siempre es mejor reconciliarse”.
Porque el perdón genuino es liberador. A veces uno se enoja cuando se muere un ser querido. Con Dios, con la suerte, con quien sea. Y trata de retenerlo, lo llora, lo sufre. Lo más sensato y liberador es dejarlo ir. Como hacen los Tibetanos en su libro de los muertos. Llorar al muerto, retenerlo, es impedirle ascender por lo cielos, dicen ellos. Y yo creo que es verdad. La envidia, el rencor, el enojo constante son improductivos y conductores de la esclavitud. Perdonar es divino. Perdonar es también tener amor fati, es decir amar nuestro destino. No conozco un precepto más libre que este. Ayer un jugador de Banfield le metió un gol a Independiente (donde también jugó) y no lo gritó. Es más, se mostró compungido. A mí ese gesto me enerva: si no querés hacer un gol no lo hagas, pero si lo hacés, gritalo. Si uno no puede gritar un gol libremente entonces estamos liquidados. Qué se supone? Que uno juega para que no le hagan goles? Para qué sirve jugar si el adversario no va a poner todo para ganarte? El gol es un momento extraordinario del fútbol y pedir perdón en ese momento me parece algo falso, reprimido y que habla de una sociedad que se pone seria cuando debería divertirse, jugar, festejar. ¿qué decís? Ojalá el bloqueo escénico haya pasado querido amigo. Hay un libro de un escritor genial argentino, es de relatos, el tipo se llama Gustavo Ferreyra y el libro se llama El perdón.
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VIGGO:
Gracias, Fabián. Voy a buscar ese libro de Ferreyra. Estoy mejor con la obra. Hoy nos fue bastante bien, pero el texto de Dorfman es algo tramposo — muy bueno, pero endiablado para recordar y al cuál dar vida como actor.
Lo de como celebrar — o no — un gol al equipo donde uno jugaba antes: bueno, creo que entiendo lo de no celebrarlo o de hacerlo con cierta discreción. ¿Qué hizo Adrián González cuando nos metió el gol para Arsenal en el último partido? No vi ese gol. Él nos metió un gol en el último torneo también, y creo que no lo celebró abiertamente por haber sido uno de nuestros jugadores (y capitán) anteriormente.
Pero, sí, estoy de acuerdo con lo de la alegría: a veces hay tan poca que es realmente pura, que viene de un lugar sin maldad, que es una pena no gritarla, celebrarla. Pero hay caballeros, hay deportividad. Aunque eso a veces puede resultar un poco anticuado, para no decir absurdo, también es lindo ver que persiste.
Hablando del caballerismo, el de ciertos toreros es de un mundo aparte. Hay algunos que de verdad llegan a ser míticos por sus hazañas, su dignidad ante desgracias y, sobre todo, su aguante. Al margen de lo que uno pueda pensar de las corridas de toros en general, hay gente en ese mundo que sigue comportándose de manera extraordinariamente noble, a la antigua. “Antoñete” (Antonio Chenel), el torero del mechón blanco que falleció este pasado fin de semana, era uno de estos seres corajudos que han sabido seguir enfrentándose al miedo y a lesiones graves durante largas carreras en los ruedos. Se retiró varias veces, volviendo para recordarles a los aficionados el estilo y las proezas de los toreros más valientes y elegantes de antaño. Gente parecida a algunos de los grandes y a veces sufridos jugadores del Ciclón — guerreros como Jacobo Urso, el Mono Irusta, Héctor Facundo, el Nene Sanfilippo, el Gringo Scotta, el Manco Casa, el Lobo Fischer, la Oveja Telch, el Sapo Villar, el Capitán Michelini, actualmente el Pipi Romagnoli y Jonathan Bottinelli, y tantos más… hombres de mucho temperamento, entrega total, de notable lealtad a San Lorenzo. No sé, seguramente se te ocurren muchos otros ejemplos, y capaz que no estés de acuerdo con todos los jugadores que menciono acá… pero creo que sabés a lo que me refiero. Esa garra, esa lucha, esa emoción indiscutible que traen algunos seres especiales, la completa ausencia del llanto cobarde. Los bravos. “Antoñete” era uno de esos.
Recomiendo leer, entre los muchos elogios periodísticos a este torero, lo que publicó en El Mundo el 23 de octubre el director de cine (e hijo del torero Michelín) Agustín Díaz Yanes. Yo rodé con ese director la película “Alatriste”, un cuento que contiene ciertos guiños con respecto a una manera de ser, de pensar y de moverse de los llamados “bravos” del siglo XVII, algo que sigue vigente en mundo de los toreros. La tradicional cultura gauchesca, lo que representa “Martín Fierro”, también tiene algo de eso. El artículo se titula “Una sola manera de torear y vivir”. No sé si lo podrás encontrar con la compu. Si no, te puedo enviar el recorte en una carta. Aparte de lo que escribió Yanes, esto sí lo encontré:
También recomiendo un poema muy lindo (después tal vez lo traducimos al castellano para colgarlo en la siguiente charla si te parece). Lo leí después de muchos años. Es de Leonard Cohen, publicado en un libro que estoy mirando acá en la cocina en Madrid. El libro, publicado en 1964, se llama FLOWERS FOR HITLER. Tiene algunos poemas muy buenos, y otros no tan… más bien de principiante o tal vez demasiado afligidos de la época en que se escribieron. Este poema resuena especialmente para mí en este momento porque aprecio su eco en la obra de Dorfman:
Why Experience Is No Teacher
Not mine — the body you were promised
is buried at the heart
of an unusable machine
no one can stop or start.
You’ll lie with it? You might dig deep —
escape a Law or two — see a dart
of light. You
won’t get near the heart.
I tried — I am the same — come the same.
I wanted my senses to rave.
The dart was ordinary light.
Will nothing keep you here, my love, my love?
—Leonard Cohen
Me parece que, para terminar, puedo tirar una bombita y una flor si abro el tema del fútbol femenino. En Argentina no se respeta mucho. Incluso hay muchas mujeres aficionadas al fútbol que piensan que es una tontería que chicas o mujeres jueguen ese deporte y que esperen que la gente las tomen en serio. Yo he visto, en Estados Unidos y en Escandinavia, a mujeres jugar MUY bien, con muchísimo talento y valor. Para mí la manera de regatear, de pensar y jugar de la brasileña Marta es y ha sido durante años un fenómeno igual de extraordinario que lo de Messi. ¡Es hermoso lo que hace esa mujer con una pelota!
Goles y regates de Marta:
http://www.youtube.com/watch?v=uMHobdkixTg
Estaba mirando en la página de la AFA. Hay cantidad de listas de torneos, calendarios e historia de los diferentes niveles del fútbol masculino — sin que se pueda encontrar apenas nada sobre el fútbol femenino. Tampoco tienen una lista actualizada después de 2008 de las campeonas de primera división (MUY extraño, ya que las de San Lorenzo salieron campeonas en 2009, cortando la hegemonía de River y Boca, y jugaron en la primera edición de la Libertadores)…
Esto es lo que encontré hasta ahora sobre las nuestras con la compu:
“La historia de esta disciplina en el club arranca allá por 2003, cuando es incorporada a partir de ese año al conjunto de actividades deportivas del Club.
A partir de 2004, con la llegada del técnico actual, Alejandro Almeyra, San Lorenzo de Almagro pudo ir armando un equipo fuerte, conformado por chicas que fueron traídas desde diversos puntos del país.
Muchos fueron los subcampeonatos logrados en este Fútbol 11, ya que Boca Juniors y River Plate fueron por historia, quienes lograron la mayor cantidad de torneos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino. La hegemonía se rompió en 2009, ya que por primera vez, San Lorenzo de Almagro logró conseguir el campeonato con un equipo sólido, que lo llevó a jugar la primera edición de la Copa Libertadores de América que se realizó en Santos, Brasil.
Para destacar el muy buen trabajo desarrollado hasta aquí por el Club, que cuenta además, desde hace algunos años, con la posibilidad de realizar encuentros amistosos por todo el país y jugar otros a nivel internacional, cuando equipos de otros países se acercan a Buenos Aires.
San Lorenzo de Almagro cuenta en la actualidad con una pensión para el alojamiento de las jugadoras surgidas del interior del país y una Escuelita para chicas que funciona en la Ciudad Deportiva.”
y
“El Club se inscribió en la Asociación del Fútbol Argentino en 2002 y compitió hasta hoy ininterrumpidamente.
San Lorenzo, cortó la hegemonía de títulos de Boca Juniors y River Plate, consagrándose en el Torneo Apertura 2008, que fue definido a comienzos del 2009. Antes, fue subcampeón en seis certámenes sucesivos entre 2004 y 2007.
El Ciclón resultó el primer equipo nacional en disputar la Copa Libertadores de América, lo que sucedió en el 2009. Además, consiguió once títulos a nivel amistoso y le aportó 9 jugadoras a las Selecciones Argentinas Sub 17, Sub 20 y Mayor.”
Y esto lo encontré en la página de la AFA. Tiene un leve tono de macho patrón, pero al menos nos informa un poco sobre el arranque de los campeonatos nacionales en el fútbol femenino:
Torneo Fútbol Femenino
Desde sus comienzos, el fútbol fue catalogado como un deporte puramente masculino debido a la brusquedad de su juego y a los requerimientos físicos para su buena dinámica.
A comienzos de la década del 90, el fútbol en Argentina dejó de ser materia exclusiva de los hombres. Las mujeres fueron ganando, de manera gradual y progresiva, su pequeña parcela en este terreno y se podría afirmar con seguridad que comenzaron a ser reconocidas e incorporadas definitivamente por el ambiente futbolístico.
El 27 de octubre de 1991 la Asociación del Fútbol Argentino organizó el primer Campeonato Femenino. El 15 de diciembre, disputadas 7 fechas, el Club River Plate se coronó ganador del certamen. Participaron, además, Boca Juniors, Excursionistas, Independiente, Yupanqui, Deportivo Español, Deportivo Laferrere y Sacachispas F.C.
Te propongo que vayamos a verlas jugar a las Santas en algún partido.
Un abrazo,
Guido.