En todo hay una fisura

VIGGO MORTENSEN Y FABIÁN CASAS

8/3-15/2012

VIGGO:

Hola Fabián,

Te escribo justo después de hablar en la radio con vos y el Bambi. Es la mañana del gran día sanlorencista, el 8 de marzo. La marcha para la vuelta a Boedo. Me muero de ganas de estar con ustedes y los miles de otros cuervos hoy, pero no es posible. Sé que serán muchísimos, y que se hará historia. Voy a estar mirando lo que pasa con la compu y en los diarios, lo que hacen y lo que se dice hoy. Capaz que después me contarás como fue la marcha al centro.

Estaba pensando en esta idea que vamos pateando, la de hacer aliados en vez de enemigos a los de Carrefour. Tal vez no hay que sentir rabia y vergüenza al escuchar o leer ese nombre, al pasar en frente del supermercado que pusieron donde estaba el viejo Gasómetro. ¿Y si les pedimos que se hagan sponsors de San Lorenzo de Almagro y de la vuelta a Boedo, que le paguen al CASLA por ese honor? Si podemos poner a la compañía estadounidense Walmart en la remera también podemos poner el nombre de un supermercado francés. Me parece que es un poco como en el karate y otras artes marciales: usar la energía del otro, aceptarla para que le ayude a uno en la lucha, a dar otro paso. ¿No? Vos intentás pegarme una piña, la esquivo y te agarro el brazo. De ahí te tiro al suelo o te abrazo — lo que haga falta para eliminar la amenaza, la tensión. ¿No es así? En el caso del Carrefour, si aceptamos la conexión patrocinadora con esa empresa capaz que nos sirva mútuamente, que terminemos los dos en mejores condiciones. En vez de perder, ganamos los dos, y nos quitamos ese peso psicológico. Puede parecer una locura, pero creo que esa es una posible solución. Como dijo el poeta Leonard Cohen: “En todo hay una fisura, es así como entra la luz.”

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FABIÁN:

Querido V:  Estamos bajo el efecto de lo que los meteorólogos están denominando como “Clima Brasileño”. Calor, pesadez y mucha, pero mucha humedad. Ayer la marcha igual fue algo inolvidable.  Dicen cien mil personas, otros un poco más. Increíble. Lo que yo siento es que no es una marcha nostálgica: no queremos volver a lo de antes, no es por añoranza, es volver -como la película- al futuro. Es decir, recuperar lo que la dictadura militar nos robó y volver a estar en el barrio donde nacimos. Se me pasaban por la cabeza muchos momentos gloriosos mientras marchaba en compañía de otros cuervos amigos y desconocidos. Hoy los diarios dieron cuenta de esa multitud que llenó la plaza y espero que se haya activado la posibilidad de estar en serio de regreso a casa.

8 de marzo, 2012.

Somos los rastafaris azulgranas: los rastas querían volver a Africa, nosotros a Boedo. Te conté que mi hijita está haciendo su adaptación al jardín de infantes. Bueno, cuando la levanté hoy por la mañana y le di la mamadera mientras la vestía, le cantaba: “vamos a volver/ vamos a volver…” Y ella miraba (a esta edad se queda mirando fijo, yo la capto a veces teniendo una atención máxima y escaneando todo para después repetirlo) y después se puso a decir lo mismo, agitando su manita derecha como lo hacía yo, como lo hizo mi viejo de joven en los tablones del Gasómetro, como lo hacen mis hermanos y mis amigos y vos y todo el pueblo azulgrana. Creo que este domingo juega Romagnoli de entrada. Veremos qué pasa. El espíritu del CASLA está intacto.

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VIGGO:

TREMENDA REUNIÓN de cuervos. Fue noticia en diarios extranjeros también. La tranquilidad con la que se juntaron los cuervos es casi tan importante como la cantidad de gente que participó. Ni para celebrar un campeonato han sido capaces los hinchas de otros clubes juntar a tanta gente, y sin destrozar nada. Hay una serenidad que trae el saber que se pide lo justo, que tarde o temprano se hará justicia.

Tenemos una tribu única. A ver si esta energía renovada le da ánimo al equipo para quitarse la espina de la derrota contra Boca cuando juegan el próximo partido en Córdoba, y luego en el encuentro de copa con Chacarita.

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FABIÁN:

Querido Viggo:

Lo que pasó el sábado a la noche fue memorable. Por la manera en que el guionista armó el partido. Parecía más de lo mismo, a los pocos minutos, la primera vez que nos ataca Belgrano, un ex San Lorenzo (Giménez, que por la manera en que gritó el gol es un ex despechado) nos emboca y otra vez a tener que remarla. Sin embargo, algo se percibió inmediatamente, el equipo no la tiraba arriba o a cualquier lado. No la reventaba y no le quemaba la pelota en los pies. Benitez volvió a ser un jugador interesante, llegando, atacando con garra, como en el partido contra Argentinos Juniors. Y de golpe, apareció Leandro Atilio Romagnoli. Madelón lo confirmó de entrada y el enganche no lo defraudó.

El rescate de Romagnoli por parte del DT es similar al rescate que hizo Quentin Tarantino con John Travolta. Como sabrás, Travolta estaba pasando por un momento bajo de su carrera y de golpe Tarntino lo llama para hacer “Pulp Fiction” y el gordo la rompió. No se había olvidado de actuar, había elegido, tal vez, malos papeles. El Pipi igual. Venía errático, con un cabezazo descalificador que hizo que lo expulsaran en el fútbol de verano, y sin poder encontrarle la vuelta a su lugar en el equipo. Este sábado, en cambio, fue fiebre del sábado por la noche. La rompió, apiló jugadores en dos baldosas, sobre la línea de cal que da al córner o en el costado derecho o el izquierdo. Lo patearon, trataron de atraparlo, pero fue imposible. Un Romagnoli más maduro, en gran estado físico. Fue imparable. Al final, cuando lo eligieron mejor jugador del partido, hizo una entrevista con la tele. Agradeciendo a la hinchada que había llenado el estadio de Belgrano (donde River empezó a irse a la B), y que también había juntado más de 100 mil personas en la Plaza de mayo días antes, el Pipi se quebró y se puso a llorar. Y yo me puse a llorar con él en mi casa, con el pecho conmocionado por el talento implacable de nuestro Diez. Otra mención aparte es Ortigoza. El Mutante (el mejor “nick-name” del mundo ) no erra un penal ni de casualidad. Me hace recordar a Albrecht. Y cuando metió el gol corrió a festejar con todo el banco de suplentes. Se notó, con este gesto y otros, que el equipo está unido y que bancan al DT — quizá aún más que la dirigencia, que parece que (otra vez merodeada por el Tinellismo) intentó sentar en el banco que calienta Madelón a Caruso Lombardi. Viggo: si Lombardi nos dirige, en ese mismo momento estamos en la B aunque no descendamos.

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VIGGO:

Lo del Pipi en Córdoba ya es otro poema emocionante en la colección de recuerdos especiales de nuestro club. Un jugador que siempre ha mostrado su lealtad a San Lorenzo. Un hombre valiente pero humilde. Una persona que los cuervos siempre queremos ver triunfar para que todos se acuerden de su talento, garra y astucia táctica. Me parece que es uno de esos tipos que puede cambiar el rumbo de un partido, de un torneo. Esperemos que siga con buena salud durante mucho tiempo, con su juego fuerte, generoso y alegre. ¿Qué más se puede pedir de un jugador que el esfuerzo de Romagnoli ante Belgrano y estas palabras que dijo después de la victoria?:

“Esto nos sirve a nosotros y también a la gente que siempre está.

Nos acompañan a todos lados. Y por ellos hay que dejar todo.

Podemos jugar bien o no pero somos un equipo que siempre da todo”

Fabián, estoy totalmente de acuerdo con vos en lo de Madelón y Lombardi. No se pueden comparar ni como técnicos ni como hombres con respecto a San Lorenzo, especialmente en la situación actual. Es obvio que Madelón está dando el mejor ejemplo posible a los jugadores, que los inspira y los une. Y también es obvio que tiene el orgullo y la dignidad propia de un caballero guerrero. Es una lástima que se pusieron tantos a hablar de echarlo, y de traer a Lombardi. Me gustó como habló Madelón en lo que se colgó hace poco en la página de Mundoazulgrana:

http://mundoazulgrana.com.ar/san-lorenzo/noticias/el_equipo_esta_muy_bien_y_se_hablaron_muchas_cosas_en_vano-9868.html

Es posible que nos encontremos otra vez con Belgrano en la Copa Argentina. Al igual que nosotros, River, Boca entre otros, los Piratas han pasado a octavos de final. Nosotros tuvimos suerte y ganas en la eliminatoria que jugamos ayer contra Chacarita. La energía que había tenido el equipo contra Belgrano se disipó un poco, pero nos siguió acompañando la suerte. Fue lindo para Migliore poder mostrar de nuevo su coraje y sus buenos reflejos. Romeo casi nos salvó, pero al final nuestro arquero fue el que tuvo que hacer la hazaña.

Espero que podamos llegar a la final de la primera Copa Argentina el 25 de mayo. Si seguimos así, puede ser. Creo que esta es la primera vez que solamente hablamos de fútbol y del equipo actual. Bueno, uno siempre tiene ganas de hablar de eso. Para no dejar que esta entrega quede casi sin aporte literario, incluyo este cuentito de Julio Cortázar:

Las líneas de la mano

De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hacia el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola.

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FABIÁN:

Querido Viggo:

Sé que tenés hermanos. No sé cuántos. Ayer operaron a Gabriel, mi hermano más chico, el que yo siempre persisto en llamar mi hermanito aunque ya es un hombre con dos hijos de edad escolar. La cosa es que estuve con él en el Hospital Británico, esperando que saliera del quirófano. Era una operación pequeña, una hernia que se hizo hace un año jugando fútbol cinco. Es curioso cómo, en mi caso, cualquier cosa que roce a uno de mis hermanos enciende una alarma atávica en mi espíritu. No dormí bien en la noche previa a la operación y después estuve todo el día ansioso. Los hermanos son seres extraños que nacen con uno, que nos acompañan como si fueran testigos implacables de nuestros actos. A veces, hasta tienen algo en sus rasgos que nos asemejan. Me acuerdo de ese hermoso libro de Stanislaus Joyce, sobre su hermano, James, titulado El Guardián de mi hermano. Eso soy, el guardián de mis hermanos. Y juntos esperamos el partido con Colón, un escalón más para la alegría. Abrazos.

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(Stanislaus Joyce)

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VIGGO:

Stanislaus se peleó mucho con su famoso hermano James Joyce, pero, como vemos en lo que escribió sobre el autor de Ulises y Retrato del artista adolescente, siempre respetó sus logros artísticos :

“Considero poco menos que un milagro que hubiese alguien en mi familia dedicado al cultivo de la poesía o preocupado por mantenerse en contacto con las corrientes del pensamiento europeo, viviendo en una casa como la nuestra, hundida en la miseria de una generación de borrachos. No sé qué fuego interior pudo transfigurarlo.”       —Stanislaus Joyce

(James Joyce)

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