Hasta que Robert Creeley salga de la ciudad

-Viggo Mortensen y Fabián Casas

26/5-10/6/2015

VIGGO:

Ahora veo que venden a Buffarini, que nos está ayudando a estar arriba en el campeonato y que es un jugador que este a más que listo para jugar en la Selección. Pero… ¿a mitad de temporada? No lo puedo creer. ¿Tanto le hace falta la plata a la directiva del CASLA? ¿No pueden esperar hasta que termine el torneo nacional y el de la Copa Argentina?  Me parece que podrían venderlo para que se vaya en agosto o aun más tarde, para darle al Ciclón un poco más de tiempo, unos partidos más con este extraordinario jugador y gran motivador del esfuerzo colectivo. Capaz que tiene que estar entrenando con el nuevo club antes, especialmente si es a Europa que lo venden. Que no venga al Real Madrid, porque acá, mientras que mande Florentino Pérez, los jugadores son fichas en un casino y poco más. Dicho eso, Julio es un gran jugador, y todavía tiene la edad para triunfar en otro club importante, así que entiendo si quiere cambiar de aire. Nos ha dado muchísimo, y siempre se lo agradeceré como hincha. ¡Cómo lo vamos a extrañar!

(Buffa)

Por mucho que no me guste, lo de echar a Carlo Ancelotti como D.T. del Madrid -que parece que se va a dar pronto-  lo entiendo porque Florentino Pérez es, a mi ver, un capitalista perdidamente rapaz, que nunca ha mostrado tener una idea convincente de lo que es el fútbol y la continuidad de un trabajo colectivo. Es un hombre de puro negocio y “merchandising” que compra y vende nomás. Sus aparentes obsesiones empresariales respecto a sus equipos y entrenadores son de lo más superficiales y despreciables que existen en el deporte profesional. Compra, vende, despide, compra de nuevo, vende y despide de nuevo, siempre con un tono público bastante dulce y educado, en un círculo vicioso muy cansino. Como nadie se le opone con suficiente elocuencia y plata en las elecciones para la directiva del club, él sigue ahí, divirtiéndose con su juguete merengue.

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FABIÁN:

¡Hey Viggo! Acá sepultado por la vida doméstica y sus múltiples problemas de todo tipo. ¿Sabías que los esquimales tienen muchas formas de nombrar el hielo? Es para saber cuál se puede pisar y cuál no. Estoy en eso. San Lorenzo, por otra parte, va a dar pelea de nuevo. Es un equipo efectivo, chivo, que no luce mucho ni tiene gran juego, pero que impone presencia, como la policía. Vi el partido con Quilmes y pensé que lo perdíamos, pero no. Ojalá terminemos el receso arriba. Ayer mi viejo se meó en la cocina de su casa. Tengo dos bebés, Julián y Papá. Una catástrofe. ¡Miro siempre al Cuervo que me regalaste para darme fuerzas en las niches!

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VIGGO:

Victorias importantes contra Sarmiento y Quilmes. Vamos primeros. River tiene el partido pendiente contra Tigre, pero solo pueden empatarnos en la cima. El torneo local está, a mitad de camino, en nuestras manos. Aunque no siempre hemos jugado de manera brillante, el equipo va logrando, poco a poco, tener una personalidad luchadora y ganadora que me recuerda la del San Lorenzo de 2007 y 2008. En la Copa Argentina también. Ahora que el CASLA va agarrando cierto ritmo, entiendo que a Bauza le moleste la larga pausa que se tomará a causa de la Copa América, pero eso les dará tiempo a los jugadores lesionados para recuperarse, y al equipo en general para prepararse mentalmente para la segunda mitad del torneo nacional. El pibe Correa la está rompiendo en el Mundial Sub-20 en Nueva Zelanda. No sé si el equipo va a sobrevivir la fase de grupos en ese torneo, pero Ángel ya ha demostrado su calidad como jugador imprescindible y líder ejemplar de la Selección. Pronto lo veremos en la Selección mayor.

(Ángel Correa festeja un gol en Nueva Zelanda)

UY… acabo de ver la segunda parte del partido decisivo entre Argentina y Austria. Una pesadilla. La Albiceleste tenía que ganar para pasar a la siguiente ronda, pero el arquero Tino Casali le estropeó la fiesta con una grandísima actuación. Tuvieron el gol varias veces Correa y Simeone, pero no pudo ser. Vuelven a casa. Una decepción, ya que tenían un equipo muy bueno que podría haber llegado lejos. Al hijo del Cholo también lo seguiremos viendo jugar para Argentina.

(Giovanni Simeone se lamenta)

Mañana se juega la Final de la Champions en Berlín. Aunque soy hincha del Real Madrid, voy con Barcelona ante la Juventus. Espero que los italianos no marquen enseguida, y que el partido sea abierto y tan dramático como la vuelta de la semifinal entre el Barcelona y el Bayern, o la vuelta de octavos entre el equipo de Luis Enrique y el Chelsea de Mourinho. Cuando un equipo argentino juega la Final de la Libertadores o un Mundialito, voy con él. Cuando Huracán jugó y ganó la última Copa Argentino, me puse contento. Lo mismo con los equipos españoles en las finales europeas. No soy ni Cuervo ni Merengue amargado en ese sentido. Y quiero que Messi siga jugando de manera brillante, metiendo goles fabulosos y dando asistencias geniales. Quiero que él esté en la mejor forma posible para la Copa América.

Esta mañana acabo de recibir el LP de la banda sonora de “Loin des hommes” (“Lejos de los hombres”), la peli dirigida por David Oelhoffen, grabada por Warren Ellis y Nick Cave. Es un trabajo limpio, emotivo, muy lindo. Tan bueno o mejor que lo que grabaron para “The Road” (“La carretera”), de John Hillcoat.

(Warren Ellis y Nick Cave)

Estoy escuchando esta nueva banda sonora ahora, mientras te escribo. En una entrevista reciente, Ellis dijo: “…nunca pienso en términos de imágenes. Ni siquiera como oyente. Lo que me interesa es el aspecto emocional y sónico de la música”. Entiendo eso. Hay que enfocarse en lo que uno hace, de momento a momento. Eso va para la música, la poesía, la pintura, rodar películas, jugar al fútbol, hacer el amor, cocinar, leer, escribir, caminar, dormir… o estás presente o no lo estás. Últimamente he estado pensando mucho en lo de la música, en la continuidad de nuestros sonidos personales. Para acompañar el LP “Seventeenoddsongs” (“Diecisietetemassueltos”), la nueva colección de temas seleccionados de varios proyectos que hemos grabado juntos Buckethead, mi hijo Henry, D.J. Bonebrake, Travis Dickerson y yo durante la última década, escribí esta introducción que habla un poco de eso:

uni-sonus

When did the sound start? In 1992 I wrote down an idea of where it might have gone, in a poem called “Lullaby”:

can’t hear

keep listening

to the right song

come up

in a drop

that runs

across the wall

and hangs

on the doorknob

sing together

across the city

squeeze a note

that stays in your fist

pulling your hair

But, when did the sound start? Was there ever no sound? I can’t imagine that; the very thought of that makes noise. We are, in the beginning and in the end, little more than sound. It comes from the water that brought us here and that keeps us afloat for a while. We join an infinite song that likely has no discernible beginning. The ensuing harmony resulting from our inevitable participation, however faint or understated, outlasts us. The seventeen compositions included in this record collection live in the particular electrical meetings of skin, ivory, wood, nylon, metal, blood, and bone. They echo the interaction of five evolving bodies of sound and the instruments they have touched. Thank you for playing me and for playing yourselves, and, most of all, for the chance to play together. Thank you for helping me forget to worry, from time to time, about where the sound started. I don’t think we can worry about that, or about where it might go, and give ourselves fully to its going. Of course, we could easily play songs of drowning in that way, as distraction has its own voice, but that’s not the kind of music we’ve produced so far. We’ve allowed ourselves to float. Thank you Buckethead, Henry, and D.J. for your swimming lessons. Thank you, Travis, for your sound, and for lending us the space and hours in which to play and imagine playing, alone and in unison. Picking up from where those words from twenty-three years ago left off in Venice, California, come these, at 12:31 p.m., 1 June, 2015, in Madrid, Spain:

every note

played

or imagined

recorded

always recorded

every piece

remembered

rephrased

wished for

unwritten

unplayed

as time expands

and contracts

is

reinterpreted

resuscitated

is incessant

hum

we accompany

consciously

or not

and call

our

sound

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Barcelona ganó el Triplete. Copa, Liga y Champions. Por segunda vez, lo que nunca había ocurrido antes en el Viejo Continente. Creo que terminará ganando 6 copas este año, como hizo de la mano de Pep Guardiola, añadiendo las supercopas de Europa y España y también el Mundial de Clubes de 2015. La Juventus jugó con valentía, pero no pudieron hacer más que agarrarse al lomo del pingo mientras este desaparecía monte adentro. Messi no hizo gol, pero mostró una vez más su control, su alma de jugador de equipo, y su gran visión de la cancha. En la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao hace una semana sí hizo un gran gol, y varias jugadas para el recuerdo. Este buen resumen de lo que logró en ese partido “La Pulga” lo escribió en el diario El País Manuel Jabois:

FINAL COPA DEL REY 2015 | ATHLETIC, 1-BARCELONA, 3

Dios o muerto

La banda es el apeadero criminal de donde sólo se sale de dos maneras. Cerca de ese lugar recibió Messi el balón para elaborar el primer gol

MANUEL JABOIS 1 JUN 2015 © El País

Messi celebra uno de sus dos goles  (foto: VICENS GIMENEZ)

Encerrado en la banda por tres defensas del Athletic como King Kong, a punto de ser paseado en jaula para asombro de la civilización, Lionel Messi se vio en el minuto 19 como uno de esos héroes cansados que echan de menos el ruido de las casas de Lavalleja en el barrio La Bajada de Rosario, los recados con un balón hecho de medias para entretenerse por el camino y aquellas pichanguitas en las que le rompían las piernas chicos de 18 años porque él, que tenía 9, los ponía a bailar a todos alrededor de un palo. La banda es el apeadero criminal en el que se dan los mejores regates y las patadas más salvajes, de donde sólo se sale Dios o muerto. En esa banda del Camp Nou un día Roberto Carlos, nada más empezar el partido, levantó tres metros a Luis Figo, que cuando aterrizó en el campo ya era del Madrid para los restos.

Cerca de ese lugar recibió el sábado Messi el balón, pero más atrás, en una zona aburrida del campo. A Messi se le puso delante Balenziaga sin saber Balenziaga que él, por delante de diez hombres, era el único resto de la muralla que le quedaba por descomponer al 10. Lo picoteó como el Pájaro Loco y al arrancar prefirió meterse en el callejón de las farolas rotas antes que en campo abierto. La opción fácil era buscar asociaciones, poder regatear a izquierda o derecha, echar a andar al equipo. La otra, verse rodeado de defensas sin esa mala verja de las películas, con la peste a gol filtrándose por el estadio, era el turno de oficio. Sólo hay que ver la cara de pánico con que los tres defensores arrinconan a Messi en una esquina de la banda a 60 metros de la portería para saber que un segundo antes, cuando dejó atrás a Balenziaga, Messi ya había dejado atrás al portero.

La velocidad en el fútbol es una virtud elegante que Zidane amansaba. Era tan rápido pensando que no daba tiempo a saber lo que ya estaba haciendo, despacísimo, con el balón. Messi desprecia el tiempo que perdía Zidane con la cabeza y lo pone al servicio de las piernas. No hay nada aristocrático en su fútbol: es el Julien Sorel que llega a la clase alta y la pone patas arriba porque inventa unas leyes nuevas. Messi piensa las jugadas en algún momento de su vida y en el campo las ejecuta como quien recuerda un sueño. Lo que hizo en la final al superar a su marcador fue encadenarse y tirarse al pozo de agua como Houdini, no para que le resultase más difícil, sino porque lo hizo tantas veces que la magia que el mundo ve Messi ya no es capaz de apreciarla. Empieza a haber algo de nostalgia en esas jugadas suyas. Es como si en cada una terminase de vomitar a Maradona y empezase a aparecer él.

Con esos tres hombres hizo un ovillo de lana y se fue golpeando una pelota con la zurda y otra con la derecha. Dejó caer el cuerpo a la banda para llevarse con él al primero, poniendo a la gravedad de su parte, y dejó al otro lado una pierna colgando. Desechado el rival, le enseñó la pelota al segundo, que supo un segundo antes que Messi lo que le iba a hacer. Descompuesto, abrió las piernas y se encomendó a los dioses para que a Messi lo parase un infarto. El argentino se filtró invisible y fue hacia la portería mientras todo el mundo, incluido el defensa, sabía lo que iba a pasar. Como Messi no tenía ni idea, le engañó. El niño volvió a olvidar cambiar la moneda de mano. Hasta el portero, que debió de pensar que Messi era demasiado grande para optar por el palo fácil, dejó unos pocos centímetros en deferencia a su genio. No hubo tal. El jugador más previsible del mundo hizo lo que se esperaba. Tardó trece segundos en romper la red desde que recibió el balón. Improvisó otra vez planos viejos. Y volvió otra vez a hacerlos únicos.

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FABIÁN:

Hola Viggo: Acá estoy, en Santiago de Chile, en un hotel hermoso, con vistas a los cerros. Muy cansado después de un fin de semana agotador con miles de ripiosos problemas de convivencia con niños, pero todo bien. Sin embargo, sé lo que llevó a Sylvia Plath a meter la cabeza en el horno a esa hora, como ella escribió, previa al llanto del bebé.

(Sylvia Plath)

En fin, ahora, después del viaje, estoy escribiendo en esta laptop que me regalaron para mis cincuenta, y tratando de pensar en qué lugar exactamente está nuestro equipo del alma. El partido con Belgrano fue como ver una mala película, anodina, con esos momentos en que parece que el film promete pero que después cae en innecesarias explicaciones y te termina aburriendo. A pesar de todo, hoy, en el aeropuerto vi que quedamos punteros solos igual, lo cual no es malo para recargar pilas después de la Copa América. Ojalá que el Buffa no se vaya, es increíble lo que mete y mete. Pero creo que al equipo le falta metafísica, algo que tenía el que ganó la Copa. Es puro cuerpo y con eso no se gana. No se gana, al menos, como a uno le gusta. Como sabemos, cada gran escritor tiene en sí mismo la técnica mezclada con su metafísica, cosa que nuestra escuadra aún no tiene. Me estoy cayendo de sueño porque vengo de días intensos en casa y durmiendo poco. Extraño no ir al karate desde noviembre, me digo que tengo que volver pero cuesta hacerse un lugar en la cadena de sucesos familiares. Es como vivir en la montaña rusa, pero ya pasará. Tuve cierta tristeza, y la tristeza, como dice Spinoza, es la confirmación de nuestra baja potencia. Ojalá acá en Chile recargue las pilas. En mi valija está el hermoso libro de Kevin que sigo leyendo sin parar. Te dejo esta frase de Oppen que cita Kevin: “Hay que trabajar con las palabras, pero sabiendo que son enemigos”.

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VIGGO:

Hola, hermano Cuervo. Sé que tenés un lugar especial en tu corazón para Chile y los escritores de ese país vecino, así que me alegro por vos que estés ahí. Espero que la visita a Santiago te llene de inspiración.

Yo estoy de vuelta en EE.UU., al lado de la ventana con la vista espectacular del Río San Lorenzo, la frontera entre el estado de Nueva York y Canadá. Mirá lo verde que está todo ahora comparado con la foto que te mandé hace unos meses del San Lorenzo helado a mitad de invierno:

(Río San Lorenzo, 8/6)

Estoy en la casa de mi madre para arreglar cosas con su abogado, con los impuestos, apuntando las cosas que hay para regalar, repartir, vender… ropa, muebles, libros, cachivaches, objetos extraños y objetos que recuerdo de mi infancia, el detritus de una vida apagada, de una ausencia que siento en todo lo que veo, toco, respiro. Ha sido un primer día largo de este trabajo post-mortem, y ahora te escribo mientras la tele muestra el partido del Mundial del fútbol femenino entre los EE.UU. y Australia. Ayer, en el aeropuerto de Boston, recién llegado de Madrid, vi una masacre llevada a cabo por Alemania contra Costa de Marfil. Me vino en mente la semifinal del año pasado en Brasil entre los anfitriones y el equipo alemán de Joachim Löw. 10-0 ganaron las tudescas. Alemania mostró mucha fuerza física y buena técnica, pero no pude ver si era un gran equipo o no.

(Alemania aplasta a Costa de Marfil)

El partido que estoy mirando ahora es impresionante. Van 1-1, y los dos equipos son sensacionales. Rápidos los dos, muy inteligentes, tremendo juego colectivo. El que no ve y/o no valora el fútbol jugado por mujeres de nivel internacional se está perdiendo algo muy especial. Conozco a mujeres que aman el fútbol pero, al igual que muchos hombres -sobre todo en la Argentina y en otros países latinoamericanos- lo desprecian cuando es jugado por mujeres. Se equivocan. Ojalá San Lorenzo y el Real Madrid actuales tuvieran un juego de equipo tan fino, completo y armonioso como el de las jugadoras australianas y norteamericanas que estoy disfrutando en este momento en la retransmisión desde Winnipeg. Juegan con ganas, velocidad y excelente técnica. La arquera gringa, Hope Solo, es tan buena como nuestro Cóndor (que salvó el punto para San Lorenzo contra el Pirata el pasado sábado). Alta, rápida, y una guerrera implacable.

(Hope Solo)

Desde que falleció mi madre escucho y leo cosas que se dicen de ella por acá. Memorias de viejas amigas, opiniones sobre ella que nunca había escuchado. Casi todos los comentarios son positivos, pero son muy distintos, a veces contradictorios. ¿¡Quién carajo nos entiende en este mundo!? El ser humano es un bicho muy subjetivo en su forma de entender lo que pasa a su alrededor. Como vos y yo comparados con otros cuando, por ejemplo, vemos un partido de fútbol o una película. ¿Conocés la cita de Marco Aurelio sobre las percepciones de los seres humanos? “Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad.”

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FABIÁN:

Hola Viggo. Es la una de la mattina en Santiago de Chile, hace un frío de los mil demonios. Sabes que me olvidé de contarte que cuando había despachado mis bártulos en Aeroparque me di cuenta de que no tenía los lentes encima, lo cual me puso muy nervioso. Salí a buscar un taxi, tenía dos horas antes de embarcar y le pregunté: “¿Llego en dos horas a mi casa y vuelvo acá antes de que se vaya el avión?” “Seguro”, me dijo el tipo. Era joven, con un GPS en la cabeza, sabía cómo escurrirse por el tráfico demoledor de Buenos Aires. Llegamos a casa cortando clavos y volví al aeropuerto con los lentes en el bolso. ¿Sabés cuál era el apellido del tachero? Ortigoza. Le pregunté si tenía que ver con nuestro Ortigoza y me dijo: el gordito es pariente mío. Un genio. Él comandó su taxi a destino como Orti nos comandó en el medio del CASLA para llegar a nuestra primera Libertadores. Acá en Chile están todos pendientes de la Copa América. Yo estoy leyendo a Robert Creeley, me interesa más. Hay una frase que se dice de él que me encanta: “Nadie puede estar tranquilo hasta que Robert Creeley salga de la ciudad”.

(Robert Creeley)

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VIGGO:

Te entiendo perfectamente, hermano. Quiero que Messi y compañía ganen la Copa Anérica, pero Creeley es para toda la vida y más. A Kevin Power le encantaba ese poeta. Lo conocía y lo citaba frecuentemente. Te acordarás de que cuando murió Kevin hablamos de Creeley en esta columna. Fue un poeta singular, brillante, delicado, bruto, misterioso, directo, detallado, libre, valiente, inexplicable. Una vez, hablando de su infancia, dijo:

“The awful thing, as a kid reading, was that you came to the end of the story, and that was it. I mean, it would be heartbreaking that there was no more of it.”

P.D.:

En el Mundial Sub-20 el equipo de los EE.UU. acaba de vencer a Colombia 1-0 para pasar a cuartos de final. Si puede ganarle a Serbia es probable que tenga que enfrentarse a Alemania en la semifinal. Hasta ahora está jugando muy bien colectivamente, y cuenta con un arquero muy fiable. Hoy Zack Steffen le atajó un penal a los Cafeteros. En la fase de grupos la USA solamente tropezó contra Ucrania, uno de los mejores y más goleadores equipos de este Mundial hasta ahora.

Y, en un amistoso, la selección mayor de los EE.UU. le ganó al campeón mundial en su casa. El que metió el gol en la final contra Argentina, Mario Götze, marcó hoy, pero los norteamericanos metieron dos. No jugó el arquero Neuer ni el valioso centrocampista Toni Kroos, pero Alemania alineó un equipo potente. La U.S.A. venía de ganarle a Holanda en Amsterdam por 4-3 hace cinco días. Van en serio. El cuarto gol en Holanda lo marcó Bobby Wood, que también hizo el gol de la victoria -un golazo en el minuto 89- hoy en Colonia.

(Wood mete el cuarto en Alemania)

Por último, acabo de leer en los medios españoles que Iker Casillas, el gran arquero del Real Madrid y de España, no se quedará en el club de Florentino Pérez para competir a las ordenes de Rafa Benitez. Seguirá atajando, pero no sé donde. Tuve la suerte de ver su último partido en el Bernabeu, contra el Getafe. El crack de Móstoles es un ídolo que tuvo que aguantar las jugadas maquiavélicas de Mourinho y, durante tres largos años, los resultantes maltratos y la ingratitud de una parte de la hinchada merengue. Este arquero aguantó una presión terrible con dignidad y coraje. Ahora se va. Basta ya. Te saludamos, Campeón, y te deseamos más hazañas con tu Selección y en el club que elijas para seguir con tu carrera profesional. Yo, desde luego, te seguiré siempre. Gracias.