Viggo Mortensen y Fabián Casas
(28-29/3/2014)
VIGGO:
No lo puedo creer, ¡cómo no ganamos ese partido de la Copa Libertadores en Quito! Cuando Piatti no metió ese gol hacia el final del partido después de correr la mitad de la cancha y tirar casi perfecto, dándole al palo derecho, pensé “¡Uy!…dejamos la puerta abierta.” Pero despuésfue increíble lo que pasó en los últimos segundos, hermano. ¡Qué bronca! Para mí que no era para penal ese choque de Mas con el jugador de Independiente del Valle. No sé, el referí no pitó muy justo el partido, a mi ver. Varios pisotones, agarrones y patadas del rival ni fueron pitados. Entonces, por una jugada así de dudosa a los 94 minutos, con el tiempo cumplido, un choque de igual a igual entre dos jugadores yendo a por la pelota, no se puede pitar penal. Fue vergonzoso el arbitraje, pero no es excusa. Teníamos que haber metido dos o tres goles más al equipo ecuatoriano después de la linda jugada de córner que terminó en el potente gol de cabeza de Blandi. Ahora, aunque le ganemos a Botafogo en Buenos Aires, no sé si pasaremos a la siguiente ronda. El partido anterior en este torneo, contra Unión Española, también estaba para ganarlo. Hay que tener fe, eso sí, como siempre, pero anoche San Lorenzo sufrió una de esas derrotas que te hacen arrancarte el pelo. Lo bueno del partido fue que defendió con solvencia el equipo de Bauza. Gentiletti jugó su mejor partido en mucho tiempo, con inteligencia y garra, y Mercier fue el monstruo implacable de casi siempre, salvando a su equipo en varias ocasiones. Piatti y Romagnoli manejaron el medio campo para arriba muy bien, y los dos corrieron a defender sin parar cuando hizo falta. Nacho ha vuelto a la forma del torneo pasado. Tuvo mala suerte en ese remate a los 83 minutos. Tanto él como el equipo merecieron mucho más. También podrían haber seguido atacando hasta el final, pero capaz que se habían cansado en la altura y por eso se replegaron poco a poco.
Veníamos de jugar bastante mal contra Gimnasia, en un partido donde Correa marcó el primer gol, pero después perdimos merecidamente 2-1. Contra Colón, para la punta, habíamos empatado en casa a cero, pero ahí sí que el equipo jugó bien. El arquero rival, Montoya, atajó muy bien y los remates de Matos, Villalba, Blandi y Correa no pudieron darle los tres puntos que, con su dominio de posesión y buen juego de ataque, merecía el CASLA.
En España el Real Madrid se está desinflando. Iban primeros, ya hablando en público los jugadores y el DT, Ancelotti, de campeonatos y tripletes (siempre un error), y entonces perdieron el Clásico contra Barcelona en propia casa, y el domingo, en Sevilla, dejaron tres puntos más. Contra el Barça jugaron muy bien, aunque Cristiano Ronaldo estaba perdido en su nube egocéntrica. Ángel di María la rompió. Contra el Sevilla el mejor jugador merengue, a nivel individual y colectivo, fue otra vez el Fideo, pero no vi mucho compañerismo en el Real Madrid. Es extraño. A pesar de su gol en el Ramón Sánchez-Pizjuán, Cristiano no jugó mucho mejor de lo que hizo contra el Barcelona. No parece haber buena onda entre él y sus compañeros, parece que hay varios equipitos o amistades dentro del equipo en vez de una relación buena en general. No es, al fin y al cabo, muy diferente a la época de Mourinho, desafortunadamente: al llegar la presión de los tramos finales de los torneos de Liga y Champions, se descompone el equipo, buscando excusas y peleas estúpidas. Las quejas y gestos maleducados de Cristiano hacia el banquillo por no tirar el último tiro libre, en vez de consolar a Bale por no meterlo (o simplente cerrar el pico por una vez), fueron feísimos, de lo peor que le he visto hacer. Parece que la pelota siempre la tiene que tener él, y sigue no celebrando de buena gana los goles y las hazañas de sus compañeros. Es una pena que no haya podido madurar como persona y jugador de equipo después de tantos años jugando en las grandes ligas de Inglaterra y España. El tipo de gesto egoísta que le hizo a Bale y al banquillo en Sevilla no ocurre en el Barcelona o el Atlético de Madrid, o al menos se castiga inmediatamente. Falta la mano del entrenador ahí. No sé qué va a hacer Ancelotti ahora para animar a su plantel de estrellas. Ya no pueden perder más, y tienen que esperar a que sus dos rivales directos para el campeonato pierdan al menos uno de sus últimos ocho partidos. Muy complicada la cosa ahora.
Pensando en la importancia que siempre le damos, en esta columna, al juego de equipo que requiere un buen desvío del egoísmo, me viene en mente una cita de Jacinto Benavente que siempre me pareció útil para el trabajo de hacer cine. Se puede aplicar a cualquier emprendimiento colectivo:
“El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.”
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FABIÁN:
Hola Viggo: Muchas cosas. Por un lado, hoy, ya levantado para empezar el día, tuve la sensación de que si el árbitro daba dos minutos más en vez de los cuatro que dio nos empataban en el segundo minuto. Y si daba tres, en la milésima final que sentenciaba el tercer minuto. Es decir: que nos iban a empatar sí o sí. Me quedé de piedra, parado frente al televisor, sin poder hablar cuando se produjo el penal. Creo que lo bueno de tener hijos chicos es que tal vez ellos sí vean campeón de la Libertadores al CASLA. Me di cuenta de una cosa: las obsesiones siempre se escapan, como se le escapa eternamente la tortuga a Aquiles en esa aporía de la escuela pre-socrática. No hay expertos para jugar la Copa, no hay una manera de jugar la Copa. Hay una manera sola de jugar -al ataque, con convicción y libertad, con alegría, y eso debería servir para todo. Cuando lo que privilegiemos sea eso y no la Copa, ella va a venir indefectiblemente. Por otro lado, me pongo en los zapatos de nuestros directivos y creo que está bien que banquen a Bauza. Ellos no tuvieron la culpa de que se fuera Pizzi, y hasta ahora Lammens y Cía. se están manejando de manera correcta con los DTs que contratan. Se lo bancó a Pizzi cuando perdió la Copa Argentina con Arsenal, y ahora debemos bancar a Bauza, darle más tiempo para que busque y encuentre su equipo y mostrarle que a la gente del CASLA le gusta jugar al ataque en cualquier cancha. Creo que un técnico que logra interpretar eso tiene que sentirse más tranquilo, más confiado.
Por otro lado, miro el lado lleno del vaso: Romagnoli sigue siendo el lama del equipo. Blandi la mete. Mercier -como decís vos- es un gigante. Gentiletti la rompió. Y Piatti, para mí, es ese tipo de jugador al que le perdono todo, hasta sus largas lagunas, sus años sabáticos, porque el torneo pasado que tuvo fue grandioso. Y, como vos decís, pudo meter dos golazos anoche y estábamos hablando de otra cosa. Piatti tiene cara de diseñador gráfico. Parece frágil, pero cuando se lanza es hábil y potente. Le pega bien de afuera, elude, ataca con dinámica. La verdad, yo le quiero ganar al Botafogo, clasifiquemos o no. Eso es lo que nos tiene que importar. Borges decía que un mono, en un tiempo infinito, juntando palabras al azar tendría que poder escribir El Quijote. Si pensamos que el tiempo es infinito, no hay equipo sin la Copa Libertadores, ya la tenemos.
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VIGGO:
Gracias, Cuervo. Tenés razón y me siento mejor leyendo lo que decís. Como vos, vi venir el empate, me lo temía. Era, acá en España, muy tarde pero me quedé de pie viendo el segundo tiempo entero. Sabía que no podía irme a la cama tranquilo sin ver el partido entero. Si hay que perder, hay que hacerlo con valentía. Al final, San Lorenzo estaba cansado, y no todos lucharon con la agresividad requerida. Y, como decís, el DT tampoco insistió en el ataque. Al contrario. A ver si se aprende algo. No importa que todos los hinchas argentinos que no son Cuervos se burlen de nosotros hoy. Vamos a seguir siempre insistiendo en las virtudes futbolísticas de un Ciclón ambicioso, creativo y rapaz. San Lorenzo irá a por todo contra Tigre este finde, y contra Botafogo en la Libertadores. A ver si la suerte nos sonríe. Pase lo que pase, si San Lorenzo juega fiel a su mejor tradición de fútbol ofensivo, voy a sentirme orgulloso. Como bien dijo la pakistaní Benazir Bhutto, la primera mujer que tuvo el puesto de Primer Ministro en un país musulmán: “En última instancia, el liderazgo es la fortaleza de las propias convicciones, la capacidad de soportar los golpes, y de la energía para promover una idea.” Bhutto fue asesinada en su país en 2007, pero nunca abandonó sus ideas de la democracia, la igualdad y los derechos humanos.
P.D.: ¿Viste como los Gallinas van trepando? Es lo que te conté que había soñado hace un par de semanas. Espero estar arriba con o sin ellos cuando termine el campeonato.
Por último, lo que escribieron en Mundoazulgrana.com.ar sobre la violencia de los jugadores de San Lorenzo después del partido en Quito me pareció muy acertado:
“El tumulto de ayer sobre Amarilla, y los daños en el vestuario, son repudiables. San Lorenzo tiene que mostrar esa vehemencia en la cancha, por más injusticia (discutible el penal) que se haya padecido. El Club está por encima de todo: jugadores, árbitros, copas…”
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FABIÁN:
Sí, hermano, pensé justo hoy, mientras almorzaba en el bar Cuervo de Gorritti y Medrano, en tu sueño sobre River. ¿Sabés que anoche me agarró, a la madrugada, un lapso de insomnio? Pensé que el insomnio es el trecho en que el narrador que escribe los sueños que soñamos no puede escribir. Cuando me volví a dormir tuve un sueño increíble. Estaba en la casa de un gran amigo mío del que ahora estoy un poco distanciado. Era la casa donde él vivía con su ex mujer y sus hijas mellizas. Fue una casa donde nos juntamos durante muchos años, y era uno de los lugares donde más me gustaba estar en el mundo. Tenía jardín, grandes cuartos, no era ostentosa, era cálida. La cosa es que yo estaba en esa casa en este sueño, y en lugar de la ex mujer de mi amigo estaba su actual pareja. La casa estaba desmantelada, como si la hubieran vaciado para vender o algo así. Había gente amiga, pero no recuerdo quiénes. La mujer actual de mi amigo me convidaba un trago. Y de golpe yo bajaba la vista y me encontraba con mi hermano Juan, pero con una cara monstruosa, media freak. Lo cual me impactaba. Igual yo lo abrazaba y le decía: “¿Qué hacés acá, Juan?”. Mi amigo y mi hermano son ambos del CASLA, y durante mucho tiempo sentí a mi amigo como a un hermano mayor que me protegía mientras yo trabajaba junto a él en periodismo. También vimos con él, en la cancha del Bajo Flores, campeón al CASLA en varias copas internacionales, con lo cual no es extraño que lo sueñe justo después del partido que perdimos anoche por la maldita Libertadores. En definitiva, los sueños son herméticos y se escriben cuando el narrador halla el silencio y el espacio para poder narrarlos. Cuando se detiene, surge el insomnio.