Viggo Mortensen
16/5/2012
No soy un asiduo lector del diario La Nación, pero arranco en esta entrega copiando lo que se publicó este 15/5 en ese diario sobre las quejas de Lombardi, Migliore y otros del CASLA con respecto a los referís porque el periodista Ángel Sánchez, ex árbitro international de la AFA, tiene toda la razón del mundo:

A menos que queramos seguir el pésimo ejemplo del técnico actual del Real Madrid, entre otros que no paran de echarles la culpa de todo lo que no les sale bien a supuestas conspiraciones arbitrales, tenemos que seguir poniéndole huevo al trabajo de preparar y jugar los partidos, y de alentar al Ciclón. Eso y poco más. Mejorar lo que se puede mejorar en nosotros, y dejarles lo demás a los dioses y a la suerte. Ahora más que nunca para San Lorenzo de Almagro es tiempo para guapos. No digo que nunca hay corrupción y que nunca se equivocan los árbitros. Yo también me he quejado como hincha, especialmente en la primavera de 2008 cuando de verdad parecía increíble el favoritismo arbitral que le ayudó a Boca Juniors remontar en el torneo que terminó en el triangular San Lorenzo/Tigre/Boca. Aunque en ese torneo parecía obvio que el arbitraje, y luego el sorteo misterioso para el triangular, estaban hechos a medida por la AFA para los bosteros, confieso que ahora pienso que lo mejor hubiera sido aguantar y mostrar más dignidad como hincha cuervo.
“Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo, demuestra que la educación ha comenzado.”
(Epicteto de Frigia)

Télam Buenos Aires 12/05/2012 Foto: Julián Alvarez/Télam/cb
El empate de infarto ante Olimpo en nuestro último partido, gracias a la linda jugada de Buffarini y el remate seguro de Gigliotti, nos deja aguantando la presión y siguiendo con esperanzas en este torneo. Como en partidos anteriores tuvimos varios períodos de dominio, y oportunidades clarísimas para marcar, que desperdiciamos. En vez de quejarse de los referís pienso que el plantel técnico de San Lorenzo debería entrenar el doble en ejercicios de puntería y definición. Tenemos muy buenos jugadores, pero en las preciosas ocasiones que elaboran frente al arco contrario siguen muy desordenados e inconsistentes cuando toca terminar la cosa bien. El “Nene” Sanfilippo, nuestro gran goleador histórico, por mucho que pueda equivocarse y molestar con otras declaraciones, tiene razón cuando dice que nuestros jugadores necesitan trabajar muchísimo más la capacidad de definir cerca del arco. Como siempre lo hacía él, es un arte que un delantero (o cualquier jugador) puede trabajar solito, una y otra vez, todo lo que haga falta. Si uno sabe que ha fallado en claras ocasiones de gol en un partido oficial, lo obvio parecería ser que uno tendría que repetir muchísimas veces los mismos disparos desde las mismas posiciones, hasta poder acertar casi siempre, en los próximos entrenamientos. Entiendo que el ambiente de presión en los partidos es muy diferente al de los entrenamientos, pero ya es más que notable la falta de puntería y las consiguientes ocasiones despilfarradas de nuestro equipo actual en los momentos de la verdad.

El CASLA contra River Plate, 16 de Mayo, cuartos de final de la primera Copa Argentina. Ese partido seguro que va a tener sus momentos de la verdad, y no podemos desperdiciar ninguno que se presente a nuestro favor. Pensando en un buen resultado para San Lorenzo mañana, les paso otro gol de Sanfilippo (esta vez haciendo de bostero) a los gallinas:
Últimamente he estado leyendo cuentos y cartas escritas por el gran autor francés Albert Camus. Desde su infancia en Argelia, Camus siempre fue un apasionado del fútbol. Jugó para el Montpensier. Después destacó como arquero del Racing Universitario de Argel, y siempre fue un hincha apasionado de ese equipo.

Dos cosas que leí sobre su conexión con el fútbol que me parecieron lindas:
” Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.”
“Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser siempre lo que se dice derecha.”
También encontré esto sobre Albert Camus y el Racing Universitario de Argel en la web:
AMOR POR LA CAMISETA
El fútbol –y no el estudio o los libros– era lo que realmente apasionaba al escritor francés Albert Camus (Premio Nóbel de literatura en 1957) durante su adolescencia. Camus nacio en la por entonces colonia francesa de Argelia en 1913. En 1928, tras un breve paso por la Asociación Deportiva Montpensier, el autor de El extranjero jugó en el equipo junior del Racing Universitario de Argel como arquero. También había jugado como centrodelantero pero, no obstante su habilidad para la gambeta y el toque, se desempeñaba mejor debajo de los tres palos (y se lesionaba un poco menos).
Practicando fútbol, Camus fue desarrollando toda una filosofía de vida: “Aprendí pronto –diría mucho tiempo después en una entrevista– que una pelota nunca llega del lado que uno espera.” E insistía: “Tras muchos años en los que el mundo me ha brindado innumerabales espectáculos, lo que finalmente sé con mayor certeza respecto a la moral y a las obligaciones de los hombres, se lo debo al deporte, lo aprendí en el Racing Universitario de Argel”.
Camus se destacaba dentro de su equipo. Algo nada extraordinario si se considera que el equipo junior del Racing argelino perdía casi todos los partidos. Pero en las derrotas poco tenía que ver Camus que casi siempre terminaba convirtiéndose en la figura del encuentro. Todos estos detalles se conocen gracias a que el club editaba desde entonces un periódico que incluía detalladas crónicas de los partidos de su equipo.
Tal vez hubiera llegado a jugar en primera, las crónicas deportivas de la época así lo auguraban, si a los 17 años no hubiera sido víctima de la tuberculosis. De alguna manera, esto sirvió para que Camus abandonara el deporte y se dedicara a los libros para entregar obras fundamentales en la literatura de nuestro tiempo como El hombre rebelde o La peste. El jugador dejó paso al hincha fanático: durante toda su vida seguiría a su equipo, o a cualquier equipo que se llamara Racing: “Yo no sabía que veinte años después (de abandonar el fútbol), en las calles de París y hasta de Buenos Aires, la palabra ‘Racing’ pronunciada por un amigo reencontrado me haría todavía retumbar el corazón de la manera más salvaje.”
En París, para compenzar la ausencia del Racing de Argel, Camus se había hecho hincha del Racing de París y todos los domingos concurría a la cancha acompañado de periodistas (Maurice Nadeau, Victor Péroni), intelectuales (Raymond Aron, Roger Grenier) y hasta de la actriz María Casares. En 1945 Racing de París se consagró campeón de la liga francesa de fútbol. Cinco de sus integrantes titulares eran de origen argelino.
Cuando en los años ’50, Camús se peleó con casi todos los medios de prensa, cuando no quería escribir ni aparecer en ningún diario debido a sus diferencias con los intelectuales y los políticos franceses, el único medio que contaba con sus artículos incondicionalmente era el periódico del Racing argelino.
En los últimos años de su vida se retiró a la pequeña población de Lourmarin y se dedicó a armar y financiar al equipo del pueblo. También se reunía con los jóvenes provenzanos en la taberna del lugar para hablar de fútbol.
Camus había escrito: “Yo quiero tanto a mi equipo por la alegría de las victorias, tan maravillosa cuando va unida al cansancio que sigue al esfuerzo, pero también por esas estúpidas ganas de llorar en las noches de derrota”.

Volviendo al tema de ser “guapos”, especialmente cuando las cosas van mal, voy a dar mi opinión desde lejos, la opinión de un hincha más, sobre la declaración de Caruso Lombardi que no va a dar más entrevistas durante el resto del torneo porque “… hay muchas cosas que no me gustaron de los medios.”: Eso no es de guapos, señor Lombardi. Eso llama mucho más la atención mediática que cualquier cosa que usted pueda decir, por muy tonta que sea, dando entrevistas y cumpliendo con su responsabilidad profesional como técnico de un equipo grande como el nuestro.

Ese tipo de payasada, huir de los micrófonos cuando se siente personalmente ofendido, es lo que hacen personas maleducadas como José Mourinho, y lo que permiten presidentes como Florentino Pérez del Real Madrid. Lo de atender a los medios no se trata de usted, señor Lombardi, se trata del Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Ponga huevo y pórtese como un cuervo, si puede.