Aguante el Elche

Viggo Mortensen y Fabián Casas

(23-26/9/2013)

VIGGO:

Hola Fabián,

Acabo de ver el partido que jugó San Lorenzo en el Cementerio de los Elefantes. Yo he estado ahí para un empate en la época del gran Beto Acosta, y he visto otros partidos jodidos y complicados de nuestro club en esa cancha con mi compu. El apodo de ese estadio es muy merecido. En Santa Fe esta vez el CASLA jugó con más fluidez y velocidad en ataque que nunca. Mostró precisión en los pases, buenísima visión de la cancha y gran energía colectiva. Los goles ya van cayendo poco a poco, pero es duro tener que esperarlos tanto tiempo últimamente. Siempre termino pensando que vamos a tener que aguantar otro empate injusto contra un rival inferior, o peor, aunque no paro de creer que este es un equipo destinado a triunfar. En la primera mitad Colón tuvo tres oportunidades decentes para marcar, pero San Lorenzo tuvo al menos cuatro clarísimas, sobre todo las de Correa y Piatti solitos frente al portero rival. Ahí sí que noté la ausencia de Cauteruccio. Torrico nos salvó la vida de nuevo, jugó muy bien esos primeros 45 minutos. En la segunda parte ya vino el golazo de Piatti, y el equipo se soltó. Me encanta como corren juntos, como piensa el equipo. Los cambios de Pizzi funcionaron muy bien. Mercier, Ortigoza, Romagnoli y Piatti estuvieron enormes armando el ataque, pero todo el equipo estuvo muy bien en general.  Estos jugadores se quieren y se entienden. No fue fácil ganar. Montoya, el arquero rival, jugó un gran partido -especialmente durante los primeros 45 minutos- pero San Lorenzo terminó encontrando los huecos. La suerte está en nuestras manos de ahora en adelante. Newell’s tiene un punto más, pero todavía no hemos jugado contra la Lepra. En nuestras manos…

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FABIÁN:

Hola Viggo: sí, un poco lo mismo que vos decís: San Lorenzo jugó mucho mejor que en el partido contra Estudiantes de Buenos Aires, tuvo dinámica, quite, ataque, pero les cuesta mucho definir. Menos mal que a Piatti, con ese terrible disparo,, se le abrió el arco. A veces me parece que las individualidades con buen pie que tenemos en la delantera (Correa, Verón, Tito, etc.) se vuelven muy erráticos y solipsistas, agachan la cabeza y no miran a sus compañeros, y terminan rematando mal y perdiéndose goles claves. Correa es un crack -pero creo que hay que sentarlo en el banco. Está fundido por algún motivo que desconozco (tal vez se le trabó un CD en el equipo de música).

De alguna manera también percibo que el equipo juega mejor, con menos presión, cuando va de visitante que cuando juega de local. Y eso hay que cambiarlo sí o sí. Fijate que ahora vienen dos partidos de local, y si conseguimos los seis puntos en juego somos candidatos de fierro.

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VIGGO:

“De fierro.” Me gusta eso, Cuervo. Tenemos un equipo y un D.T. especial ahora mismo. Creo que eso se apreciará de verdad en un futuro. La pelota rueda, se comparte, y los 11 Cuervos se lanzan a lo desconocido con una extraña elegancia. Es un ballet de potrero. Me gusta mucho. Parece que el juego del equipo es más poderoso que los jugadores individuales. Pura brujería. Pero, como es el caso con un caballo fuerte y joven, hay que tener paciencia y cuidado. Te puede dejar tirado en el suelo con las costillas rotas. Este motor azulgrana no se va a apagar, pero sí puede chocarse contra cualquier cosa. Hay que saber manejar, y creo que Pizzi y los veteranos -sobre todo Romagnoli- saben manejar. El elenco es un río de primavera, una canción de amor a la vida misma. Me encanta como juegan, ganan, pierden y se expanden.

He estado leyendo Le premier homme de Albert Camus. Es una novela que viene de un manuscrito inédito que encontraron en el auto que se estrelló contra un árbol el 4 de enero de 1960, provocando la muerte casi inmediata del autor. Dos días después del accidente falleció el conductor, Michel Gallimard. Este era el editor de Camus. Aunque el autor de grandes obras como El extranjero, La peste y Calígula tenía en su bolsillo un boleto de tren a París, Gallimard había ofrecido llevarlo en auto a la capital desde Thoissey, donde habían celebrado el 18avo cumpleaños de Anne Gallimard, la hija del editor. Los dos hombres murieron, pero la esposa de Gallimard, Janine, y la hija sobrevivieron. El manuscrito de “El primer hombre” es increíble. Tiene descripciones muy bellas por su estilo, y conmovedoras por su franqueza. Lo que cuenta sobre su madre y su infancia (el personaje de ‘Jacques’ y su familia en Argel vienen a representar una especie de relato bastante autobiográfico) es hermoso. Camus se atreve a escribir unas frases larguísimas -son poemas en realidad- llenas de detalles urbanos y campestres, de las vergüenzas y sueños de un niño, creando un monumento inolvidable a su madre y a la Argelia de los “Pieds noirs” entre la Primera Guerra Mundial y la Guerra de Independencia. Hay tantísimas frases y giros geniales que es difícil elegir una cita, pero te paso una corta que describe un poco a la madre en Le premier homme, traducida lo mejor que puedo:

“…ella no conocía la historia de Francia, ni lo que era la historia. Ella conocía un poco de la suya, y apenas la de los que amaba, y sabía que los que ella amaba tenían que sufrir.”

Y con respecto al padre desconocido del cuento (muerto durante la Primera Guerra Mundial, como el padre de Camus), te dejo ésta que me hace pensar en la Argentina, ese país que vos y yo compartimos, y en los padres con sus vidas misteriosamente desparramadas e inconclusas…:

“…intentaba en vano verlo de nuevo, imaginar a ese padre  que desaparecía detrás de ese país inmenso y hostil, fondeado en la historia anónima de ese pueblo y esa llanura.”

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(El 4 de enero, 1960, cerca de Villeneuve-le-Guyard)

FABIÁN:

Así es Viggo: El primer hombre es una novela hermosa de Camus. Como no estaba terminada, tiene cierto aire de bosquejo, pero eso la hace aún más entrañable. Yo la leí porque me la recomendó Alejandro Lingenti, mi mejor amigo, y me impactó como casi toda la obra de Camus  -Verano,  El extranjero, sus relatos, las obras de teatro, sus ensayos. Una de las cosas geniales que dijo fue: “Amo demasiado mi país para ser nacionalista.” Un maestro.

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VIGGO:

Acabo de ver el partido del Elche contra el Real Madrid. Muñiz Fernández, el árbitro, es un criminal y no debería pitar nunca más un partido profesional. No es la primera vez que este muñeco estropea un partido. Como Laverni y Pezzotta en demasiados de los partidos que presiden, o el inglés Howard Webb en casi todos los partidos que dirige, hay árbitros que siguen trabajando en el fútbol profesional que no merecen ni entrar a un estadio. Hay que tener un poco de vergüenza y buscarse la vida en otro lado, por favor. Soy hincha del Real Madrid, pero me dio vergüenza el partido -no solamente el arbitraje. Primero, el equipo carísimo de Ancelotti no jugó a nada. Segundo, Sergio Ramos tenía que haber sido expulsado a mitad de partido. Tercero, ya se habían jugado 6 de los 4 minutos de tiempo añadido (!) cuando el referí cobró un penal muy dudoso, para no decir inexistente. 1-1 hubiera sido justo, pero parece que la guita manda. Supongo que soy un tonto naif. No he querido reconocerlo, pero es así. Cuando aprendo algo, no lo olvido, pero me cuesta aprender. El Real Madrid, el Barça, River, Boca, la FIFA, los premios de literatura, de cine, los gobiernos, las elecciones, las supuestas Naciones Unidas, los acuerdos internacionales, las cortes supremas de justicia en todo el planeta… hasta nosotros, el CASLA, a veces, sin querer, sacamos beneficio de ser un “Grande” (aunque no tanto como los Bosteros y los Gallinas, que son legendarios por su “suerte” con la AFA y los referís). Parece que hay unas reglas para los que tienen la plata o la fama del momento, y otras para los demás. Siempre lo mismo. Una vergüenza absoluta. Quiero esconderme lejos de la humanidad. Como dijo el loco lindo Hölderlin, “Ahora solo entiendo al hombre cuando estoy lejos de él y vivo en soledad.” A veces me da un asco tremendo el ser humano. Perdoná, pero tengo un “jet-lag” brutal y no he dormido en varios días. Será por eso que lo tomo tan a pecho. Llegué a España y me fui al bar de al lado a ver el partido para tomar un trago y bajar el ritmo, pero terminé deprimido. Sé que sólo es un partido de fútbol, y que los jugadores no hacen mucho más que jugar e intentar ganar, pero me da pena igual. El Elche me importa un carajo

 -aunque tiene una hinchada muy leal y de mucho aguante, como la de San Lorenzo- pero creo que hay que apuntar a los hechos sin prejuicios… qué sé yo. Los Colchoneros van a ser muy complicados este fin de semana en el “Derby” (el Atlético de Madrid contra el Real Madrid). Como vienen haciendo las cosas los Merengues en sus últimos partidos, el equipo del Cholo Simeone les puede proporcionar un baile terrible. Bueno, nada… eso. La vida es un quilombo. Me voy a la cama. Aguante el Elche.

(el impresentable Muñiz Fernández)